¡Mierda, no hay internet! [Minlix]

07

—Eres un bastardo con suerte.— Le dijo Felix a Minho. —¿Así está bien?— Preguntó tratando de relajarse.

Pero el sólo pensar que tendría el miembro de Minho en su culo lo hizo tensarse.

—Separa las piernas un poco más.— Ordenó Minho y Felix obedeció con un chasquido. —Prometo que será bueno sólo tienes que relajarte.—

—Suena fácil.— Felix rodó los ojos, luego miró a Minho, casi imposible por la falta de luz, pero claro que podía detectarlo bajando su cabeza hasta su pene.

Lo vio lamerlo y después recorrer un camino hasta su culo.

Joder nunca le habían dado un beso negro y se sentía jodidamente bien tener los labios gruesos del menor en esa parte de su cuerpo.

A su pene le gustaba. —¿Puedo
tocarme?— Le preguntó a Minho la respuesta fue una lengua sumergiéndose en su ano y haciendo alzar las caderas.
—Joder eso es bueno.— Le dijo. —Me importa una mierda tu permiso voy a tocarme.—

Llevo una mano a su miembro para masturbarlo y la otra a la melena de Minho, jalándola, sus piernas rodearon el cuello de Minho no queriendo que dejará de jugar con su ano.

Pero Minho terminó por separarse
—¿Eso te gusto no?—

Asintió de mala gana, Minho puso unos dedos en sus labios y sabiendo para que serían los chupo, haciendo sonidos obscenos y provocando al menor.

—Con eso es suficiente.— Le dijo y los retiro. —Trata de respirar.—

Felix sintió una pequeña intromisión, no fue doloroso y se sorprendió así mismo de que su interior pudiera tomarlo, la lengua de Minho había hecho bien su trabajo.

—Eso fue fácil.— Le dijo.

—Lo fue.— Le dijo de igual forma Minho  empezando a mover su dedo.

Felix se aguantó las ganas de soltar pequeños jadeos, sólo apretó la boca.

Sintió otro dedo entrar, pero de nuevo se sorprendió porque no dolía, era raro, pero no doloroso.

Se retorció cuando Minho tocó algo seguramente su próstata.

—Oh mierda.— Dijo. —Eso es... sigue frotando ahí, si paras te mataré.—

Sólo escucho una risita del menor y luego sacar sus dedos haciéndolo sentir vació.

—¿Pero qué mierda? dije que no
pararás.—

—Si sigo tocando ahí te correrás y entonces yo no tendré diversión, voy a follarte ahora y tú lo amaras tanto, que iras a Daegu sólo para recibir otra follada de mi parte.—

Felix se carcajeó y negó. —No cariño, tu vendrás desde Daegu y rogarás para que te deje follarme.—

Ambos rieron y Minho se apresuró para acomodar él condón en su muy, muy duro miembro.

Se colocó entre las piernas de Felix y las apretó con fuerza, seguramente dejaría marcas.

Alineo su pene a la dilatada entrada y se introdujo despacio.

—Tan malditamente caliente estas ahí adentro.— Rugió y se introdujo más.

Eso sí dolía, pero Felix lo aguantó, los anillos de su interior se estaban ajustando a Minho. Había un poco de ardor y cuando el menor se impulsó por completo soltó un jadeo.

—Santo dios, duele como la mierda.—

Minho soltó una carcajada sin moverse para que el menor se acostumbrara a tenerlo dentro.

—¿Cómo se supone que duele la
mierda?— Preguntó para distraerlo.

—No lo sé.— Felix sonrió de lado.
—Como cuando estas estreñido y no puedes cagar.—

—Ya me está dando asco.— Se burló pegando su rostro al pecho de Felix, podía oírlo respirar agitadamente, por él.

Alzo la mirada, casi no podía detectar por completo las expresiones de Felix, pero si él brillo en sus ojos.

—Quiero besarte.— Le dijo no hubo respuesta más que unas manos en sus mejillas haciendo que acercara su rostro y luego unos labios suaves probando los
suyos.

No hubieron más palabras, sólo el sonido de unos besos húmedos y el chasquido que hacían sus pieles al chocar con cada embestida, gemidos agudos y graves, todo a la vez.