Prédestiné

514 39 1
                                    

    Charles Lecrerc es un agente del FBI apunto de retirarse, comenzó en esto desde muy joven, no tenía familia, ni personas a la cual pudiera afectar, estaba solo en el mundo, y era una forma honorable de ganarse la vida, o eso quería hacerse creer, antes en pensar que el no sobreviviría solo allá afuera, por eso se refugió en su trabajo, y hoy con más muertos que dedos en las manos haría su última misión, quería libertad y la obtendría, una jodida vida normal era lo que buscaba.

    Hoy era el día, o bueno la noche, eran justo las diez, cuando el suave deslizar de las llantas de su emblemático Ferrari, se detenía justo frente del hogar de aquel que debía eliminar, su misión, sencilla, matar al líder de la organización más grande de narcotráfico en Europa, si una cosa de todos los días, solo esperaba salir vivo del avispero.

    Bajó del auto y entregó las llaves, su espléndido esmoquin combinada con el ostentoso evento, la recepción de boda de Victoria Verstappen, la hermana menor del Demonen Heer, un apodo estúpido si se lo preguntan, nadie sabe su nombre real, o su apariencia, sólo que desciende del clan Verstappen, un total misterio, y como se supone que iba a identificarlo, simple, un anillo con un zafiro azul, el pequeño objeto solo lo posee el jefe, y es bien conocido por su historia y haber pasado se líder a líder por generaciones, sea heredada u obtenida de formas más sangrientas.

    Entró como un invitado más a la fiesta, tomó una copa y se relajó, dos balas, era lo que necesitaba para acabarlo, una en el corazón y otra en la cabeza, lastima por la novia, se veía exquisita en ese vestido Vera Wang, que al verlo, dejó su amable plática y se acercó a el, habían sido meses de trabajo de campo con ella, para acercarse a la organización y obtener información.

__ Oh Charlie, me alegro que hayas podido venir, te estaba esperando amigo mío__ saludó la hermosa dama ante el, de verdad se veía encantadora, hasta le daba cierta lastima lo que iba a hacer, ella le caía bien.

__ Victoria, te ves maravillosa, felicidades, si afortunadamente todo se acomodó al final y logré llegar y nada me alegra más, aunque lamento no llegar a la ceremonia __ sonrió hipócrita, todo era un truco, como todo, no quería lucir desesperado por participar.

__ Gracias querido, tú también te ves encantador como siempre, y lo otro, tontería, lo importante es que estás aquí, ven te quiero presentar a alguien __ la novia lo tomó de la mano y lo llevó a una esquina más alejada de la gente.

__ Oh, pero quiero felicitar a tu flamante esposo primero, dónde está el __ refutó, por dentro estaba ansioso de conocer a tal persona.

__ El señor se encuentra allí mismo, ahora, lo felicitaras entonces__ pero antes de ello, un muy animado Daniel los encontró.

__ Charlie, hola, como estás, Viki me dijo que no vendrías __ este lo abrazó efusivo, era obvio que estaba más que feliz con su boda.

__ Muy bien, pero hey, felicidades señor Ricardo, es usted oficialmente un hombre casado, quien lo diría eh __ río en medio del abrazo, el había sido su primera cacería para acercarse a Victoria.

__ Ni lo digas, empiezo a sentir la argolla pesada__ recibió un agradable abanicazo por parte de la novia, y aún así este le besó la mejilla, eran una hermosa pareja.

__ No le pongas atención, ahora si ven, es hora de que conozcas al hombre más importante de mi vida__ ella volvió a tomarle de la mano y guiarlo al fin, escucharon al fondo, un " pensé que yo era el hombre más importante de tu vida"

    Rió y cuando levantó la mirada, el tiempo se detuvo, unos perforantes zafiros azules penetraron en lo más profundo ser, como una lanza a al corazón, y algo muy dentro de si, le decía que el alfa frente a el, había sentido exactamente lo mismo.

PrédestinéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora