Álveo

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El reloj marcaba media hora antes del primer encuentro. Las figuras entrando eran todas iguales, únicamente variaban en color y tamaño. Estudiantes ensimismados por su falso ego, codiciosos, anhelaban el estatus social que solamente el éxito académico otorgaba. En aquella habitación no existía el murmullo, era remplazado por el chillido de los zapatos formales, golpes sobre teclas y pensamientos previamente confabulados. Aún así, muchos comprometieron materias con tal de asistir. Sasuke Uchiha es el mejor egresado de la universidad de Tokio, fundó un centro de investigación científico, además dirige una editorial literaria. Y no existe algo que emocioné más a los estudiantes, que la oportunidad de lamerle los zapatos a alguien con poder.

-Buenas tardes. Como sabrán mi nombre es Sasuke Uchiha, lo que menos me importa son sus nombres o historias de vida, así que comenzaremos de una vez analizando el texto que la universidad les envío en vacaciones-.

Era imposible para cualquiera no reconocer su rostro; con regularidad llenaba las portadas tanto de revistas prestigiosas, como tabloides sociales. Y es que, además de ser un destacado investigador, provenía de una de las principales familias en Japón, destacándose por su fortuna y físico. Ahora, estando en primera fila, podía notar un detalle que ningún reportero mencionaba; era jodidamente intimidante.

-¿Alguien me puede decir qué vertientes en común tiene la fisica con literatura?-.

-Yo-. Al menos alguien se había animado a hablar.

-Dime-.

-Buenos días, doctor. Mi nombre es ...-.

-Ya les había dicho que no me interesan sus nombres, si no puedes procesar algo tan simple no creo que tu opinión importe ¿alguien más?-.

Después de algunos intentos fallidos terminó por expresar lo inútiles que éramos y continuó con la explicación. En sí, la hora y media de clase se resumió en eso, nadie podía hablar sin temor a sus continuas humillaciones, teniendo que hacer algunas pausas para calmar su molestia hacia nosotros. Por el contrario, yo me mantenía callada tratando de procesar aunque sea la mitad de la información.

-Con esto terminamos, más tarde les enviaré siete lecturas para la próxima clase. Siendo estudiantes de último año espero no tengan ninguna duda-.

Imbecil, siete textos para siete días, normalmente era mi carga de tareas semanales teniendo en cuenta todas las clases. Es cierto que Sasuke resultó ser mucho más guapo en persona, pero su actitud de mierda lo hacía ver menos a lado de cualquiera.
Llegué al departamento furiosa, no me molestaban los profesores estrictos, pero odiaba la condescendencia. Aventé las llaves yendo directamente por una cerveza para terminar acostándome en el sillón.

-¿Cómo te fue?-. Naruto se acercó dándome el usual beso de bienvenida.

-Horrible, el maestro es un idiota, y me hizo sentir como si la idiota fuera yo-.

-Jajaja, suena como una buena clase-.

-Eso lo dices porque eres un señor-.

-Oye, son sólo doce años-. comentó riéndose.

Sonreí sentándome con el fin de poder apreciar su rostro. Empezamos a salir hace cuatro meses, y casi de inmediato me mudé a su departamento. Todo con él era rápido, la atracción, la felicidad, el amor. Por primera vez, podía presumir estar enamorada, no sólo de mi pareja, sino también de nuestro estilo de vida. Coincidíamos en casi cualquier aspecto de la vida cotidiana, y aunque soy universitaria, jamás me llamó la atención el estilo desordenado, mucho menos los idiotas que tenía de compañeros.

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⏰ Última actualización: Feb 16 ⏰

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