M A R T I N
Había pequeñas motas de verde dulzón en esa mirada. No era la primera vez que me percataba de ello. Muy pocos lo hacían, o al menos eso era lo que yo esperaba en secreto. Una sonrisa cubrió su rostro y me dio una abrazo mientras escuchaba como Violeta se quejaba a modo de broma a un par de metros de mí.
No recuerdo haber bajado a recoger la carpeta con mi próxima canción de la gala. No recuerdo si sonreí después de que solo dijeran mi nombre. Pero ahí estaba con la carpeta naranja en mano derecha, mis nudillos blancos al sujetarla con fuerza. Entendía la queja de Violeta, habíamos estado toda la semana hablando de cantar juntos, creo que incluso llegamos a mencionar algo de cantar en francés, ahora mismo no podía pensar muy bien.
No era por la nueva canción. Ni porque fuera en francés. Sino por los brazos que me rodeaban con suavidad. Su risa contra mi oreja y un cosquilleo subiendo por todo mi cuerpo como un subidón de energía.
Juanjo.
Una sola sonrisa, sus ojos achinándose al expresar felicidad y ese abrazo eran suficientes para desmoronarme por completo.
Dios, es perfecto. ¿Por qué siempre tienen que ser perfectos? Sólo una vez que me gustaría enamorarme de alguien que no pareciera tan imponente probablemente no tendría tanto miedo de hablar sobre lo que siento con ellos.
Actualmente, sin embargo, no hay tanta suerte. Es estúpidamente guapo y no hay nada que pueda hacer al respecto.
Casi sentí un vacío cuando dejó de abrazarme y volvió a su sitio, acercándose a Ruslana ahora que iban a hacer un dueto para la siguiente gala. El abrazo pudo durar menos de cinco segundos pero habían sido los suficientes para romper mi estabilidad. Flaqueaba cuando lo tenía cerca. Y no era del todo secreto, los profesores ya bromearon en su día cuando cantamos juntos al ver la química que había entre nosotros y tal vez le había contado a un par de personas sobre mi crush en Juanjo. Aunque todos se lo habían esperado, al parecer no se me daba muy bien lo de esconder mis miradas de enamorado.
Aun así Juanjo se mantenía algo distante, solo en ese aspecto romántico. No parecía sentirse del mismo modo que yo, pero seguía pasando las mañanas y las tardes conmigo, pegado casi siempre a mí entre tonterías, risas y siestas. Pero para él solo éramos amigos.
Me senté en mi sitio mientras intentaba escuchar como Noemí le daba los siguientes temas al resto del grupo pero su voz parecía lejana y distorsionaba y en lo único que podía pensar era que estaba bastante devastado por no cantar con Juanjo.
Sí, ya habíamos cantado God only kwnos y había sido como tocar el mismo cielo, casi pude sentir calor en mis mejillas durante toda la actuación de la gala cuando me miró así durante toda la canción; pero I put a spell on you con Juanjo sería el fin de mis tiempos, verle cantar frente a mí y decirme literalmente que soy suyo... sería suficiente para mí.
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ALORS ON DANCE | juantin
FanfictionEn donde Martin se siente cohibido y asustando de tener que bailar así frente a un público tan grande y hacerlo mal. Tal vez lo que mas le asusta es hacerlo frente a Juanjo.