En las páginas de este poemario se encuentra un viaje emocional a través de diferentes paisajes del alma. Con una sensibilidad desgarradora y una voz poética única, cada poema invita al lector a sumergirse en un mundo de sentimientos, pensamientos y...
En la oscura noche se despiertan, Los vampiros del sin fin abismo. Echan el reto al mundo como enemigos de sí mismos.
Sus cuerpos pálidos, sin sangre y fríos, Como la muerte misma parecen ser. Sus dientes afilados, como cuchillos, Listos para devorar y florecer.
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Vagando por el mundo, en busca de vida, Los vampiros sedientos van por su botín. Buscan sustento en cada herida, Mientras su espíritu se consume sin fin.
Bebiendo la esencia de los seres vivos, Los vampiros encuentran su eternidad. Pero en su inmortalidad encuentran motivos, Para añorar la vida en su fragilidad.
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Anhelando la luz y su resplandor, Los vampiros suspiran por el día. Pero condenados a su maldición, Se hunden en la oscuridad sombría.
Así, los vampiros, criaturas de la noche, Persisten en su insaciable sed. Atrapados en su propia maldición, Esclavos de su propia inmortalidad.
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Y así, la historia de los vampiros continúa, En aquellos que buscan vida en la muerte. Una paradoja eterna y sombría, En la que se funden el amor y la suerte.
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