『 ℂℝ𝕀𝕄𝕊𝕆ℕ 𝕃𝕆𝕍𝔼✰ 』☆⋆｡𖦹°‧★ ( 𝑺𝒚𝒎𝒂𝒔 ) [EN PAUSA]

𝟶𝟶𝟾. ๋࣭ ⭑

Capítulo 8. Flor del infierno

Syzoth se quedó al lado de la cama. Él simplemente no quería apartarse de Tomas. Estaba observando al ninja mientras dormía y comenzaba a preocuparse por su estado actual. Se preguntaba cómo podría recuperarse de esas heridas tan fuertes y severas, cómo podría sobrevivir si apenas y respiraba. Su cuerpo parecía tan débil y vulnerable bajo el montón de vendas que lo envolvían. Se sentía muy triste al ver su condición, ni siquiera era capaz de ver su lindo rostro bajo todo el vendaje.

Aunque Syzoth estaba tan ansioso por ver a Tomas despertar nuevamente, se vio obligado a darse cuenta de que su cuerpo se estaba cansando. Él quería vigilar a su novio para asegurarse de que no le pasara nada malo, pero sentía que sus ojos se ponían muy pesados al final del día, el cansancio realmente lo estaba afectando. Él necesitaba dormir un poco. Solo un poco. Luego simplemente volvería con su amado después de haber descansado.

-¿Syzoth...? -la débil y quebrada voz de Tomas alcanzó al zaterrano y lo hizo rápidamente abrir sus ojos, como si su cansancio se hubiera esfumado en un segundo y hubiera sido reemplazado por la alegría de escuchar su dulce voz.

Syzoth sintió una sensación reconfortante cuando Tomas abrió los ojos y dijo su nombre, él se sintió tan contento de saber que el hombre estaba despertando. Él tenía tantas ganas de abrazar a su novio, pero se contuvo por si aún no podía moverse bien, no quería lastimarlo. Él simplemente miró a su novio con una brillante sonrisa en su rostro, y luego habló.

-Sí, mi amor, soy yo. He estado aquí cuidándote, esperando a que despertaras.

Tomas sintió todo el dolor sobre su cuerpo. Sus sentidos estaban despertando al mismo tiempo que sus recuerdos; su cuerpo se estremeció al recordar lo ocurrido en Zaterra. Las imagenes de los zaterranos atacándolo, tratando de devorarlo, estaban muy presentes en él. Había sido como una horrible pesadilla que no quería recordar más.

-¿Cómo es que sigo vivo?

Syzoth sonrió cálidamente. No podía dejar de mirar los ojos plateados de Tomas que apenas eran visibles a través del vendaje. Realmente tampoco tenía la respuesta a esa pregunta, pero se sentía tan afortunado de que Tomas siguiera con vida.

-Tal vez sea porque eres demasiado maravilloso para dejar que la muerte te atrape -habló en voz baja mientras acariciaba su cabello grisáceo- Tu cuerpo todavía está herido, pero no te preocupes, cuidaré de tí lo mejor que pueda.

-¿Dónde están mis hermanos...? -Tomas movió sus ojos inspeccionando la habitación, se sentía muy confundido al ver que estaba en una de las habitaciones del palacio, y más aún, que Syzoth estuviera ahí como si nada- No deberías estar aquí... Las guardias te estaban buscando. No quiero imaginar qué pasaría si te atrapan, yo...

-Tranquilo, Tom -Syzoth lo interrumpió, notando lo confundido y preocupado que se sentía- La emperatriz me dio una oportunidad, me gané su confianza por haberte traído aquí. En cuánto a tus hermanos, ellos están ocupados ahora mismo, pero sé qué vendrán a verte en cuánto puedan hacerlo.

Tomas suspiró aliviado al escuchar sus palabras. En eso se dio cuenta de lo mucho que se había perdido mientras estuvo inconsciente. Trató de moverse un poco pero sintió que su cuerpo no respondía.

-Mi cuerpo entero me duele... -se quejó, tratando de ignorar el insoportable dolor.

-Lo sé, mi amor. Sé que duele -el zaterrano habló en un tono dulce tratando de consolar a su pareja- Pero todo estará bien, ¿sí? Estaré contigo y te cuidaré hasta que te recuperes.

-¿Todavía piensas que soy lindo...?

Syzoth ladeó su cabeza un poco al escuchar tal pregunta. Él no podría pensar lo contrario, Tomas era el ser más hermoso del planeta y ni siquiera su condición actual cambiaría ese hecho.