❝ᴋᴏɪ ɴᴏ ʏᴏᴋᴀɴ❞ (恋の予感) || ᴋᴏᴏᴋᴠ.

••✼ 05 ✼••

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Taehyung despertó está mañana más temprano que el día anterior. Decidió que era su turno de prepararle el desayuno a Jeon Jungkook, así que se colocó un mandil que ayer había encontrado en la cocina y empezó a buscar en todos los víveres que tenía. Al principio estaba impresionado de que hubiese electricidad en la cabaña, estando a cientos de kilómetros de la ciudad, pero después se dió cuenta de que el escritor tenía generadores de luz. Bien pensado.

Café, pan tostado y huevos con tocino. El desayuno, a su criterio, había quedado bastante bien. Ahora ya solo faltaba que el contrario le diera el visto bueno. Y como si fuera por arte de magia, Jungkook apareció en la cocina, aún vistiendo una pijama verde.

—¿Qué hace? —preguntó el escritor mientras frotaba sus ojos.

—"Tienes los ojos más soñadores, para alguien que rara vez duerme..." —Taehyung pensó, pero no fue exactamente lo que dijo—. Prepare el desayuno, espero que te guste.

—No era necesario, pero gracias —murmuró tomando asiento en una de las sillas alrededor del comedor. Tenía mucho sueño, porque a mitad de la noche le dió por escribir, siendo esa la causa de su desvelo—. Sobre ayer...

—Está bien, no pasa nada —Taehyung intentó restarle importancia—. Quisiera saber si es posible que me dé un baño y también si podrías prestarme un poco de ropa.

—Si, en mi habitación está el closet, puede tomar algo de ropa —mencionó Jungkook, llevando la taza de café a sus labios y para su sorpresa estaba delicioso, tenía la cantidad de azúcar perfecta que a el le gustaba.

—¿Por qué no me tuteas? Haciendo caso de tu biografía en internet, solo soy un año mayor que tú.

—No se confunda, no somos amigos ni nada. Simplemente no puedo echarlo, quedaría en mi conciencia si algo le pasa, pero aún no olvido que cometió un delito al forzar la cerradura de mi camioneta. Tendrá que hacerse responsable de sus actos, pero eso tendrá que esperar hasta que mi representante venga por nosotros, dentro de dos semanas.

—Entonces... ¿vas a entregarme a la policía? —preguntó Taehyung con impresión, a lo que el contrario asintió—. Vaya, supongo que debo disfrutar de mis últimas dos semanas en libertad.

Jungkook observó al castaña irse directo hasta su habitación, supuso que iba por ropa para ducharse. El mientras acabó de desayunar gustoso, quizás debido a que no había probado bocado desde el día anterior. Al terminar de comer, lavó los platos y dejo la mesa limpia.

Taehyung salió del cuarto de baño con una toalla envuelta en su cuello. Usaba una playera holgada de manga corta y unos cómodos pants.

—Tomé prestado esto de tu closet, espero no te moleste.

—Está bien —dijo Jungkook simplemente pasandolo de largo, para dirigirse a su habitación, pero antes de entrar se detuvo—. Gracias por el desayuno, estuvo muy rico.

—No hay de que... —contestó extrañado por el cambio repentino de humor del escritor. Suponía que tenía dias buenos y malos, quizás hoy era un buen día.

Oh, Jeon Jungkook, no es que seas complicado, es que todos se acostumbraron a lo fácil. Pero yo seré paciente.

Taehyung optó por salir de la cabaña para respirar aire fresco, un día antes no lo había hecho por temor a perderse, pero hoy correría ese riesgo.

Cogió su bolso y salió encontrándose con un maravilloso clima. El cielo era azúl, con nubes blancas sin contaminación. El jamás había acampado en un bosque, no tenía ni idea de lo mucho que se perdía por elegir lugares concurridos para vacacionar. La naturaleza era mil veces mejor.

De pronto le dieron ganas de escribir y así lo hizo, se sentó debajo de un árbol y sacó su cuaderno y bolígrafo.

"Nadie creé en el amor a primera vista, hasta que se ve reflejado en la mirada correcta. Eso fue lo que me pasó con Jeon Jungkook, en medio de todo el caos que me rodeaba, apareció el"

No, no era simple admiración, el sentimiento era más fuerte que eso, sin duda algo inexplicable. Aunque la situación no le favorecía, estaba agradecido con la vida por permitirle pasar tiempo a lado de su escritor favorito.

Jungkook buscó a Taehyung dentro de la cabaña y al no encontrarlo se preocupó, tampoco estaban sus cosas y entonces una idea por su cabeza pasó. Kim Taehyung se había ido porque había dicho que al termino de las dos semanas, lo meteria a prisión.

—Tonto, no conoces el bosque, vas a perderte —gruñó saliendo de la cabaña para ir en busca del castaña. Para su suerte lo encontró rápidamente a unos metros de ahí, recostado sobre un árbol.

—Oh, hola Jeon —Taehyung lo saludó con una sonrisa mientras agitaba su mano.

Jungkook se quedó paralizada por un momento, ¿hace cuánto que alguien no le sonreía de esa manera?, ¿hace cuánto alguien no se alegraba por verlo? El mismo con su actitud se había encargado de alejar a todas las personas que intentaban acercarse a el.

Me miraste de la manera que yo siempre quise que me miraran...

—¿Qué hace aquí?

—Quise admirar el paisaje, es demasiado lindo, ¿verdad? —preguntó Taehyung y el contrario asintió—. Ven, toma asiento a mi lado.

Jungkook lo miró dudoso, pero accedió a sentarse a una distancia considerable de el.

—Los días en el bosque son espectaculares, incluso en las noches. Al anochecer la luna brilla con mayor intensidad —comentó el escritor llevando su mirada al cielo—. Siempre vengo a mi cabaña a escribir, suelo poner a tocar mi reproductor de música, estar aquí me relaja mucho y hace que me fluyan las ideas.

—Debo reconocer que lo haces muy bien.

—¿Usted también escribe? —preguntó Jungkook, recordando aquella frase que había leído ayer de su pequeño cuaderno.

—A veces, casi siempre. Escribo frases cuando me inspira algo o alguien —respondió Taehyung con voz apenas audible—. Escribir es bueno, y malo a la vez. Cuando escribes sin miedo a nada, golpeas con todo lo que sientes.

—Tiene razón, hay cosas que no sabía que sentía, hasta que las escribi y me dolió leerlas —murmuró Jungkook.

—Tengo una pregunta... ¿por qué sigues ahí si sabes que no va a funcionar, aunque lo intentes de mil formas? Solo te estás lastimando. Tú mismo te rompes el corazón haciéndote falsas ilusiones.

—¿A qué se refiere?

—Lo que escribiste en esas hojas... seguramente es por alguna desilusión, pero tienes que avanzar y sonreir. El mundo no se va a terminar por un desamor.

—¿Usted que sabe sobre eso? Cuesta el doble sonreír desde la tristeza —espetó Jungkook con enojo—. Hábleme de dolor cuando se obligue a sí mismo a dejar de querer a alguien. No opine sobre mi vida, usted no sabe que morí, el único inconveniente es que sigo vivo.

Jungkook se levantó y se fue de ahí, dejando a Taehyung muy pensativo y en silencio.

—Nueva frase...

"Dice estar muerto pero llora en ciertas canciones y se conmueve al filo de un libro. El no está muerto, solo está infinitamente roto"

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