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Taehyung peinó su cabello castaño y se miró por última vez en el espejo. Lavó sus manos y tomó una suave una respiración para calmarse. Esa noche se había juntado a cenar con Yoongi y los nervios lo seguían embargando aún si ya llevaban varias horas compartiendo.

Dejó el baño del restaurante en el que había sido citado. Caminó por el pasillo y el ruido del salón llegó a sus oídos de inmediato. Divisó la mesa en la que Yoongi esperaba y caminó hacia él.

—¿Todo bien?

—Si —Taehyung se sentó frente al hombre. Lamió su labio inferior y cruzó sus dedos sobre la mesa.

—¿Quieres tomar algo? Aún es temprano.

—No, estoy bien. Mañana es día laboral. —Taehyung movió su pierna bajo la mesa y se apoyó en una de sus manos pero cambió la acción a los segundos y entrelazó sus dedos sin saber muy bien que hacer a continuación.

—¿Por qué estás tan nervioso?

—No estoy nervioso —respondió demasiado pronto, casi a la defensiva empuñando sus manos sobre la mesa.

—Ya que terminamos de comer, ¿quieres irte de aquí? Podríamos caminar un poco y conversar.

Taehyung asintió. Pidieron la cuenta y luego de pagarla se pusieron de pie para dejar el restaurante minutos después. La brisa hizo que sus cabellos se desordenaran mientras caminaban hasta una pequeña plaza iluminada del centro de la ciudad. Tomaron asiento en una banca de madera despintada por el sol.

Después de unos minutos en silencio Taehyung decidió que era momento de hablar con Yoongi sobre lo que estaba pasando con el padre de su hija.

—He estado frecuentando a Seokjin. Me pidió una segunda oportunidad y yo lo estoy pensando. No quería seguir adelante con nuestras citas sin que lo supieras. Yo aún no sé si es el camino que debo tomar.

Yoongi tomó su mano y Taehyung en ese momento se dio cuenta de que estaba temblando.

—No me debes ninguna explicación, Tae. Estoy agradecido por haberte visto de nuevo después de tantos años, pero no te voy a mentir, quizá me ilusioné un poco con lo que pudiera pasar. —Yoongi suspiró —pero nunca podría competir contra Seokjin. Ya lo hice una vez y perdí.

—Yo no sabía de tus sentimientos —Taehyung susurró.

—Y aún así, estoy seguro que no iba a pasar nada porque desde que lo conociste para ti no hubo nadie más.

El castaño miró sus zapatos y un nudo se alojó en su garganta. —Me siento tan idiota por pensar en la posibilidad de darle una oportunidad a lo nuestro después de todo lo que pasó pero no puedo seguir haciendo como que no quisiera estar de nuevo con él. —Taehyung se llevó su mano libre a su cuello —lo siento... No sé porque te estoy diciendo esto.

—No te disculpes, estoy seguro que Seokjin va a saber aprovechar esta oportunidad que le estás dando. Sería muy idiota si no lo hiciera.

—Todavía no es un hecho.

Yoongi se rio —presiento que ya tomaste la decisión solo que no lo quieres decir en voz alta.

—Creo que estoy luchando conmigo mismo... Es ridícula la contradicción que siento.

—No es ridículo y por la historia que ustedes tienen es normal tener recelo.

—Si —Tae suspiró más tranquilo —justo como eso.

—Está bien, Taehyung. Respira. —Yoongi sonrió.

—Gracias por entender, Yoon... Este último mes ha sido vertiginoso y los sentimientos que pensé que estaban enterrados han aflorado sin siquiera darme cuenta.

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