PAPEL

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No sé exactamente cuando me empezó a gustar, me interesó la química de la nada, o bueno, me interesó el de química de la nada.

-Profe- llamé al maestro con la mano levantada para llamar su atención. El profesor se me acercó con las manos en los bolsillos de la sudadera porque el frío en esta escuela calaba hasta los huesos.

- ¿Que pasa, corazón? - grité internamente, corazón, me dijo corazón.

- ¿Lo estoy haciendo bien? - le pregunté mostrándole los problemas en mi cuaderno. Sé que estoy bien, no en vano estudié toda la noche para adelantarme a un tema, pero lo único que quiero es su atención y fingir incomprensión era una de las formas.

Se inclinó hacia mi escritorio y miró el cuaderno con el ceño fruncido hasta que respondió: -Sí, muy bien, Valerie-, el maestro se enderezó y me alborotó el cabello para luego continuar revisando a otros chicos.

Después de unas horas de clase, se acerca la hora de la salida. El profesor termina de explicar su última lección y notifica a la clase que habrá tareas que entregar la semana siguiente. Después de un largo quejido por parte de los estudiantes, todos comienzan a recoger sus cosas.

Siempre soy la que más tarda en recoger sus cosas, y eso si no lo hago a propósito. Mientras recogía mis cosas, el maestro se acercó a mi lugar para ayudarme a recoger mis cosas.

-Hasta una tortuga es más rápida- bromeo con una sonrisa en su rostro.

Me reí un poco de su comentario y él también, cuando terminamos de poner mis cosas en mi mochila me deseó un buen fin de semana y me recordó la tarea.

Cuando estaba a punto de salir del salón, escuché mi nombre

-Espera, Valerie -cuando me volví para mirarlo, tenía una expresión dubitativa en su rostro.

Espere un momento para preguntar: - ¿Qué ocurre? -.

El maestro saco un pedazo de papel y un bolígrafo de su maletín y escribió algo en él.

Cuando me lo entrego fruncí el ceño con confusión, era un número de teléfono, cuando volví a mirarlo él sonrió y se explicó.

-Se nota que estudias mi materia por la tarde cuando ni siquiera te lo pido, por eso te doy mi número- dijo mientras señalaba el papel que yo sostenía, aún algo confundida -por si tienes alguna duda o comentario- continuó.

-oh...gracias- sonreí algo sonrojada, ¿en serio se nota?

-bueno, nos vemos hasta la próxima clase, cuídate-

-sí, hasta luego, profe-

-bye bye- se despidió.

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Camine a casa con una enorme sonrisa, sentía que todo esto era un sueño, uno del cual no quería despertar, me sentía tan feliz.

El profesor era joven, él solo tenía 28 años y yo 18 pero aun así pensé que podría tener una oportunidad con él, bueno si no fuera por el hecho de que tiene novia, puse los ojos en blanco solo de pensarlo, era una chica bastante agradable, pero desafortunadamente para mí le había tomado un gran cariño a su novio.

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Realmente no sé por qué le di mi número a mi alumna, pero ya lo había hecho de todos modos, no me gusta ni nada por el estilo, pero... ahg es tan confuso, NO me gusta, tengo una novia y ella es solo mi alumna, ¿verdad?

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⏰ Última actualización: Jan 16 ⏰

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