Shine [YoonSeok]

Shine

Advertencias: este oneshot es muuuuuuuuuuuuuy viejito, lo escribí, si mal no recuerdo, en 2017. Es muy especial para mí por lo mismo, por lo que significa y el contenido que tiene.

El contenido es delicado pues hay pensamientos depresivos, negativos y ansiosos. Si eres una persona demasiado sensible, recomendaría proceder con cuidado. Hay final esperanzador uwu

Quiero agradecer a ohvincefield porque me hizo correcciones importantes a la historia.

Incluso cuando está lluvioso, lo único que haces tú es brillar.

Mine, Bazzi

Vacío.

Así era como se sentía Hoseok todo el tiempo.

Como si un vacío lo estuviera consumiendo por dentro, como si un agujero negro estuviera en su tórax y se tragara todo lo bueno que había sentido alguna vez en su vida, dejando solo las cosas malas, las cosas tóxicas, el odio, el dolor y la pena.

Se miró al espejo, con el cabello húmedo de sudor y la respiración acelerada. La música, que antes se había pausado, volvió a sonar y comenzó a practicar otra vez la coreografía en la que estuvieron trabajando tanto tiempo, como si fuera en automático. ¿Cuánto llevaba bailando? ¿Seis horas? ¿Siete? No podía saberlo bien.

En medio de la nueva práctica, volvió a equivocarse. Pegó un grito de frustración y sabía que sus compañeros se detuvieron, pero sólo fue al espejo y apoyó su frente contra el vidrio, como si de esa forma pudiera encontrar algo de consuelo. No dejaba de tomar aire a bocanadas, ignorando las miradas que el resto de Bangtan le dirigía.

En ese preciso momento, no se sentía bien y quería acostarse en su cama, cubrirse con sus mantas y no salir a la luz del día por el resto de su vida. Esa pequeña cama era su refugio personal cuanto más descompuesto se sentía, una tonta protección contra el resto del mundo.

―Vamos a descansar ―dijo Namjoon de pronto, pausando la música.

Hoseok se volteó, bruscamente.

―No ―masculló, tratando de recomponerse―. Ya me siento mejor.

Podía sentir la mirada asustada de la maknae line sobre él, los duros ojos de Namjoon, la triste cara de Jin, pero, por sobre todos, la insistente mirada de su hyung favorito.

Sin embargo, no quería mirar a nadie al rostro.

Bailar servía para eso, para dejar su cabeza vacía y sentir ligero el cuerpo, ese cuerpo que muchas veces sentía ajeno, incómodo, tan torpe como si fuera un niño de dos años aprendiendo a caminar.

¿En qué momento comenzó todo eso?

―Pon la música ―le ordenó a Namjoon, enderezándose.

Sin embargo, el líder de Bangtan sólo apretó su mandíbula.