Flowers from 1970 • Shadgreen

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Eran las 7:58 p.m. y el teléfono sonaba. Cris se había despertado de su siesta (que había durado un poco más de lo que había planeado inicialmente) y corrió al telefono.

-¡Shadoune!- Exclamó, un poco demasiado entusiasmado de lo que normalmente saludaría. Casi había derribado el teléfono porque había tirado demasiado del cable. Hubo una pequeña pelea antes de que Shadoune respondiera.

-Hola, Cris-. Se sentó, -Lamento no haberte llamado ayer, o si te preocupaste. Silithur acaba de pasar por esta horrible ruptura con su novia de dos años, y yo estaba en su casa tratando de aliviar sus problemas.

Cris nunca había sabido lo que era que le rompieran el corazón, sobre todo porque nunca había tenido a nadie que se lo rompiera. Jugueteó con el cable del teléfono y acercó la pequeña mesa con el teléfono a él. -¿Cómo lo está llevando?- Preguntó: -Sé que el dolor romántico puede tener efectos bastante duraderos.

Shadoune se rió un poco, lo que confundió a Cris. -efectos bastante duraderos-, Shadoune imitó con una horrible impresión de acento argentino, -De todos modos no está en el mejor lugar ahora mismo pero es un tipo duro, saldrá pronto de esto. La chica era una gran imbécil de todos modos.

Cris había visto a su antiguo compañero de cuarto Amilcar atravesar una ruptura una vez antes. Había sido un verdadero desastre y no había comido ni dormido bien durante semanas. Vio el costo del amor si no era así. Si no funciona, podría cambiar incluso a las personas más fuertes y felices. Por supuesto, Cris no entendía por qué le afectaba tanto, o por qué era algo por lo que valía la pena llorar.

Amilcar se había quitado el barbijo de la cara y se había desplomado en el andrajoso sofá gris. Lanzó el barbijo al otro lado de la habitación y se hundió las manos con fuerza en el pelo. -Ella me hizo una promesa, ¿sabes? Ella hizo tantas promesas y yo era el que estaba cansado de ellas, pero ¿sabes qué? Lo prometí de todos modos-. Se giró para mirar a Cris, cuyos ojos eran como láseres sobre su amigo que se desmoronaba.

-Ella me hizo prometer y ella sigue adelante y se convierte en quien las rompere. ¿Por qué hacer promesas que no puedes cumplir? Es una pelotudez-. Cris estaba un poco asustado de acercarse a él en un estado tan frágil, pero levantó a su gato Mery del sofá y lo puso en el suelo, y se sentó junto a Amilcar.

Intentó comenzar: -Lo siento, pero no entiendo cómo puedes estar tan enojado con ella por eso y aun así amarla al mismo tiempo.

-No lo entendes, Cris- sollozó Amilcar e hizo ademán de limpiarse la nariz con la chaqueta, pero Cris rápidamente se inclinó para agarrar un pañuelo de papel del pañuelo. cuadro en el centro de la mesa frente a ellos, -Gracias-. Dijo mientras le quitaba el pañuelo a Cris: -Estar enojado con alguien que amas casi nunca es suficiente para dejar de amarlo. No puedes gastar tanto tiempo construyendo un hogar para alguien en tu corazón solo para desalojarlo. Todos ellos en diez segundos.- Cris asintió, pero todavía no se atrevía a entender

-Si yo fuera tú, habría intentado olvidarme de ella.

-Eso no sucede de inmediato-. Amilcar explicó: -Se necesita tiempo. Créeme, Cris, un día te darás cuenta de lo que puede ser el tiempo de malo.

-¿Qué queres decir?

-Solo puedes pasar un tiempo sin que te lastime el amor. Cuando eres mayor y lo experimentas todo por primera vez, te lastimas más. No estás acostumbrado, no sabes qué hacer, y no sabes a quién culpar. Todo el mundo te va a decir que el tiempo cura todas las heridas pero en tu cabeza solo estás pensando, 'lo único que hace el tiempo es echarles sal', sientes todas estas cosas más porque nunca te han lastimado antes y llegarás a enojarte con la persona que te hizo eso porque es la primera en hacerlo-. Amilcar hizo todo lo posible por dejar salir mientras las lágrimas aún caían por su rostro.