Si las cosas fueran al revés, si tan solo estuvieran en mis zapatos... ¿Les dolería al igual que a mi?
➡One-shot de mi completa autoria, no acepto plagio ni adaptaciones sin mi consentimiento.
➡Au Omegaverse era Taisho. Cazadores de Demonios.
➡Prota...
(Era Taisho pero demasiado moderno, algunas cosas no tienen congruencia y las saque de mi cabeza)
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Muchos omegas me dicen que soy el omega mas envidiado en toda la sede.
No por ser el famoso Pilar del Agua que inventó la undécima postura del agua, claro que no. Si no por que realmente yo al ser un omega puro tenía 3 destinados.
Y no eran nada mas y nada menos que los 3 alfas solteros mas codiciados de la sede.
Uzui Tengen el Pilar del Sonido, Rengoku Kyojurou el Pilar de la Llama y Shinazugawa Sanemi el Pilar del Viento.
Si. Debería sentirme orgulloso, pero en realidad me siento infeliz.
Cuando descubrí que eran mis destinados hice todo para agradarles. Me arreglaba, me maquillaba e incluso refine mis modales pero era imposible que ellos se enamoraran de mi.
Los tres decían que era arrogante, presumido y que les daba vergüenza que su destinado sea un omega hombre y no una mujer.
Eso me dolía por que yo hacia de todo con ayuda de mis amigas Shinobu y Mitsuri. Ellas me ayudaban a vestirme y maquillarme con la esperanza de que ellos tan siquiera me voltearan a ver.
Pero por desgracia siempre me humillaban y maltrataban.
"Por Dios deja de ser ridículo imbécil"
"Eso dejáselo a una mujer sexy, tu te ves patetico"
"¡Una linda señorita es quien deberia maquillarse y vestirse para impresionarnos!"
No aguantaba sus rechazos y sus desplantes, pero mi omega interior decía que tenía que estar con ellos. Eran mis destinados y con quien debería de estar para siempre.
Si Sabito estuviera aquí, sinceramente ya les hubiera partido la cara al escuchar las tonterías que ellos me decían.
¿Y saben que es lo que desencadeno una santa de maldiciones y desprecios hacia mi?
El haber ayudado a unos hermanos. A un cachorro y a su hermana demonio, mi omega no iba a poder con la carga de dejar a un par de niños a su suerte y los ayude, y eso provoco que mis destinados me miraran con odio y con asco.
¡Incluso sugirieron que los cachorros fueran asesinados y que a mi se me implementará un asqueroso castigo!
Por fuera parecia sin emociones pero por dentro... Estaba llorando.
El Patrón los callo y salvo a los niños a mi de sus castigos, ellos no muy convencidos aceptaron pero recibía miradas de odio y asco. Quería llorar.
Una semana después el Patrón me mando a llamar, resulta que le llego una carta anónima donde decía quienes eran mis destinados, ellos estaban presentes atrás mío y notaba sus miradas en mi cuello, como si quisieran enterrarme con ellas.
