Míriam

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En una noche tranquila sentí que alguien me observaba, no le tome importancia pues estaba en un lugar donde había muchas personas así que podía ser cualquiera.

Esa noche entre a una tienda de maquillaje, la verdad a mi no me gusta maquillarme pero a mi mejor amiga si y al día siguiente sería su cumpleaños así que pensé en comprarle algunos articulos de esta tienda.

Después me fui a mi departamento, pero por alguna razón no podía dormir, no se si eran los nervios de que pronto entraría a trabajar, tal vez era por la entrevista de trabajo que tendría, tal vez por algo que comí o por el cumpleaños de mi mejor amiga, pero fuera lo que fuera no me dejaba dormir.

Al día siguiente por la mañana me encontraba en una cafetería cuando ví de lejos a un chico que no dejaba de mirarme, me sentí incómoda pero lo deje pasar, entre a la cafetería donde me estaban esperando dos amigas y mi novio.

Saliendo fuimos a casa de mi mejor amiga para festejar su cumpleaños y mi novio noto que estaba muy pensativa pero no podía decirle nada pues estaba pensado en aquel chico que había visto minutos antes.

Al terminar la fiesta yo fui la primera en irme y toda la noche pensé en aquel chico, no sabía el por que, solo lo había visto una vez y había sido de lejos asi que no tenía motivos para pensar en él pero creo que mis pensamientos no estaban muy de acuerdo.

Si les soy sincera hubo días en lo que pensaba en aquel chico, días en los que me preguntaba donde estaba, que era de su vida y por que me lo había topado antes, días en los que mis pensamientos solamente giraban a su alrededor.

Pasaron los días y seguí con mi vida, entre a trabajar a una biblioteca pues me encantaba leer, conocer nuevos caminos, nuevas formas de expresarse y sobre todo conocer la opinión de cada persona sobre el género que lee.

Me encantaba estar rodeada de libros, libros de romance, ciencia ficción, fantasía, suspenso, drama, libros de tristeza o bien de felicidad, cada libro te daba un conocimiento nuevo y una forma más bonita de enfrentar la vida.

Los libros siempre fueron mi refugio, estuvieron en mis momentos tristes y felices, momentos estresantes y calmados, me ayudaron a salir adelante dejando atrás a las personas que no me valoraban como persona, cuando perdí a mis seres queridos y cuando me cambie de escuela me hicieron sentir bien, además, transmitir ese bello sentimiento, ese bello gusto era algo tan divertido.

Mi género favorito es fantasía, con este género puedes interpretar cualquier cosa que te imagines y desde muy pequeña tuve una imaginación enorme que me hizo crecer como una persona dulce y tierna, este género te lleva a conocer otros lugares y personas, nuevos caminos y te impulsa a cumplir tus sueños y metas.

Luego de unos meses en varias ocasiones me encontraba en la misma cafetería con aquel chico mirándome desde lejos, nunca tuve la intención de hablar con él pues aunque me causaba curiosidad no era algo en lo que quisiera desperdiciar mi tiempo.

Después me lo tope en la Biblioteca en la que trabajaba y aunque al principio se me hizo raro después se volvió una costumbre, todos los días por las tardes visitaba la Biblioteca para leer un nuevo libro y en ocasiones hablaba con otras personas sobre libros que ambos leían, compartiendo sus opiniones e interpretaciones de aquel libro.

Recuerdo que primero comenzo leyendo libros de fantasía, terror y Ciencia ficción después empezó a leer libros de romance y acción, era divertido ver como pasaba horas y horas leyendo.

En una ocasión decidí platicar con él sobre el libro de "bajo la misma estrella" pues era un libro que había leído más de tres veces, después le pregunte que cual era su libro favorito y recuerdo que me dijo "un monstruo viene a verme" da la casualidad de que ese también es mi libro favorito, pues deja un mensaje muy bonito.

No volvimos a hablar pero luego de eso seguí viéndolo todos los días sin falta, ya que venía a leer más y más libros, era como si él se hubiera enamorado de la lectura.

Siempre note que todo el tiempo me miraba pero no le tome mucha importancia pues disfrutaba que toda su atención se centrará en mi.

Después descubrí que el vivía al lado de mi departamento, que trabajaba por las mañanas como maestro de secundaria, estaba soltero y aparte tenía unos veinticinco años.

Era un chico joven que ya trabajaba, le gustaba leer al igual que a mi y todos los días lo veía a la misma hora en el mismo lugar pero con libros cada vez más diferentes y sin falta su mirada hacia mi.

Me sorprendía mucho el hecho de que todos los días llegaba con una sonrisa en su rostro listo para comenzar a leer otros géneros y otros autores, recuerdo que hubo libros que llegó a leer más de tres veces y cada que los volvía a leer terminaba muy emocionado pues en cada leída descubría algunos secretos ocultos por los mismos autores.

Recuerdo que a diferencia de mi, el prefería leer libros con metáforas pues tenían diferentes significados y cada lector podía darle la interpretación con la que se sintiera más cómodo.

Ojalá que él y yo podamos formar una bonita amistad aunque en ocasiones siento que seriamos una bonita pareja, espero que mi timidez me permita hablar en algún momento con él, espero que todo siga igual y que el destino nos permita seguir viendonos aunque sea de lejos.
Con amor, Míriam.

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