Capitulo 3

57 7 0
                                    

Lena.

Sus dedos trazan líneas invisibles a lo largo de mi espalda desnuda mientras yo lo imito recorriendo los tatuajes que ocupa casi toda la extensión de su pecho. Estoy agotada y mi respiración aún se encuentra algo agitada luego de esa ronda de orgasmos alucinantes.

-Lena Cloe Smith -murmura - de hecho, suena genial.

Aparto mi atención del tatuaje de dragón antes de inclinar mi cabeza en su dirección. Sus ojos me observan y el brillo bordea su iris plateada antes de que su mano cambie de dirección y ahora bordee mi labio inferior.

-Pero sigo teniendo la duda de porqué cambiar tu nombre a Sky Newman.

-Roger dijo que Lena era un nombre muy común y simplón como para una estrella en ascenso. -me encojo de hombros sin prestarle atención realmente a ese hecho, él lo sugirió y yo solo acepté.

-Mmm- tararea inseguro.

-¿Qué?

-No nada solo... nada. -besa mi frente y me estrecha aún más contra si. -Siendo Lena, Sky o quien quieras ser te apoyaré.

-Mentiroso. -lo pincho.

-Te amo por lo que eres y por como me siento a tu lado, no por el nombre que cambies o decidas llevar.

Escondo mi rostro en su cuello para que no vea mi sonrojo.

-¿Y cómo te sientes conmigo?

-Cómo si estuviera en el jodido paraíso.

09 de marzo, 2023.

El aire impacta en mi rostro apenas entro en el consultorio de la doctora Alice. Saboreo el aire fresco que recorre mi piel y apaciguar lo caliente de afuera, no sé si ya lo dije, pero el verano en este país es algo de otro mundo. Lo desteto, nunca pensé que extrañaría tanto el aire helado de los Ángeles en esta época.

-Te diría que el aire frio ante tanto calor te haría mal pero mejor te dejo disfrutarlo por otros cinco minutos -se burla ella.

-Claro como usted se la pasa aquí bajo el aire y no sufre como nosotros...

Ella suelta una carcajada antes de pedirme tomar asiento.

-No seas exagerada niña que yo también salgo afuera y no es tanto la diferencia.

-¿Qué no es tanta? Pero si parece que en cualquier momento me rostizare como pollo de mercado. -me quejo indignada.

Ella niega antes de volver su mirada al computador.

-Bueno dejando de lado los pollos y el mercado, tengo aquí unas anotaciones bastante curiosas -algo en su tonito no me gusta y sé de que anotaciones habla. Morgana y yo hablaríamos sobre la discreción cuando salga de aquí.

-Oh vamos, tu esposa es una chismosa, sin ofender -me quejo - apuesto que todas las noches chismorrean sobre mi vida privada doc ¿Qué no tienen algo mejor que hacer? -ella alza una ceja- si me deja darle un consejo yo veo que la pobre Morgana está algo tensa ya sabe... -hago una seña obscena con mis manos dándole a entender a qué me refiero.

-¡Lena! por Dios niña -me reta al tiempo que su rostro y su cuello se tiñen de un rojo intenso y yo me carcajeo a su costa.

-Es que es bastante obvio que la pobre le falta algo de acción y a usted tamb...

-Bueno basta, se supone que yo soy la terapeuta aquí y tú la paciente, asique sigamos con lo previsto -me chita antes de tomar su libreta.

Suspiro, aquí vamos.

Notas Perdidas [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora