Capítulo 2

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A la mañana siguiente, Harry y Lizzy salieron rumbo a San Mungo, la niña no dejaba de limpiarse las manos, ya que por el nervio que sentía estaba sudando, no le gustaba conocer a gente nueva o que la miraran extraño, pero las personas no la entendían y ella no podía expresarse como realmente le gustaba.

Sus padres querían comprenderla y sabían escucharla, pero no siempre le atinaban, ella no estaba lista para conocer a nadie más, no necesitaba de nadie en estos momento, solo de sus papás.

Su idea feliz era quedarse siempre en casa con papá D y papá H, para que los tres estuvieran a salvo, nada les faltara y no perderlos como a su mamita, pero no podía decirlo, primero porque su voz se había perdido y no lograba encontrarla, aunque quisiera y en segunda, porque sabía que todo lo que hacían ambos era por ella, porque querían que encontrara su voz y volviera a ser la misma niña parlanchina de hace algunos años atrás.

Por suerte, papá H la había llevado en chimenea al hospital pues si había dos cosas que realmente odiaba en estos momentos, eran los carros y los hospitales e ir a ese lugar en un auto la iba alterar demasiado que si fueran directo por la red flue.

Justo al llegar al hospital, la gente se les quedaba mirando, más a su papá, pero ella no soltaba la mano con fuerza, mientras la encaminaba por los pasillos hasta que llegaron a un módulo de información, donde Harry empezó hablar con una señora amable pero muy chillona en su voz.

Lizzy miraba a todos lados, era una gran sala blanca con sillas, mucha gente moviéndose, otra sentada y la mayoría quejándose o con alguna herida en su cuerpo muy visible, cerro los ojos, apartando de su mente los flashback de ese horrible día, pues empezaba a temblar y a sentir que el aire se le iba rápidamente.

Sintió como la tomaban en brazo y la abrazaban protectoramente, haciendo que se tranquilizara regresando a uno de sus lugares seguros, con su papá H.

--- Siga por las escaleras, hasta el fondo --- le indico a Harry la enfermera, que seguía mirándolo de reojo y sonriéndole tontamente --- soy Sasha señor Potter, puede preguntar por mí, si necesita algo.

--- Gracia --- dijo quitándole importancia, no tenía tiempo y ni quería prestar atención a los inútil coqueteos.

Lo importante era Lizzy, por lo que siguió su camino como le habían indicado, sabía que las personas lo reconocían, por como lo observaban, pero gracias a Merlín no se le acercaban, debía ser porque traía a su niña en brazos y eso lo agradecía.

Al llegar a una área con las paredes pintadas de colores más animados, vio un consultorio que resaltaba un nombre que lo dejo congelado por unos minutos,

SANADORA GINEVRA WEASLEY

ESPECIALISTA EN NUEVA AREA DE PSIQUIATRIA

"Estúpido Malfoy" pensó Harry, imaginándoselo riéndose, al saber que él se tendría que ver con ella, parecía que le estaba jugando con los dos y se acordó lo del destino que había dicho, dándose cuenta que no solo lo relacionaba con su situación con Astoria.

Apenas iba a tocar la puerta, cuando está se abrió, dejando ver a una joven bruja de cabello rojizo y ojos chocolate que parecía asombrada como si hubiera visto un fantasma.

--- Hola Ginny --- dijo Harry casi en un murmullo inaudible, mientras Lizzy miraba de su padre a esa Sanadora que no le quitaba los ojos de encima --- ¿Cómo has estado?

--- Bien... me gustaría hablar, pero estoy algo atareada, disculpa tengo una cita --- dijo mirando por encima de su hombro, como si buscara alguien.

--- Sí, la cita es conmigo y está pequeña --- dijo Harry poniendo a Lizzy en el suelo, ya que ella así lo quería.

PADRES X ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora