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La ultima vez que abril habia visto a su hermana, fue cuando tenia seis años y las dos vivian en la triste y deprimente casa de su padre borracho, que todas las noches solia llegar a golpear a alguien

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La ultima vez que abril habia visto a su hermana, fue cuando tenia seis años y las dos vivian en la triste y deprimente casa de su padre borracho, que todas las noches solia llegar a golpear a alguien.

Normalmente, abril se ponia a defender a amairani, de entonces quince años, y se llevaba gran parte de los golpes.

Pero a la pequeña omega no le importaba para nada, porque amairani era su linda hermanita que nadie debe tocar. La unica en ese mundo que la protegia y le sonreia todavia con cariño. Ese fue el unico cariño que abril conocia, asi que la deberia cuidar totalmente, a pesar de que muchas veces amairani le gritara que por su culpa se quedaron sin mamá, que por ella estaban en esa situación.

Abril siempre la perdonaba de todo lo que le gritaba cuando las cosas iban mal, porque creia que amairani no lo decia en serio. Le perdonaba todo porque amairani a veces le llevaba comida, le daba una acaricia en el cabello, y se sentia querida con esos simples gestos.

sin embargo, amairani un dia llego saltando, diciendo que le ofrecieron un puesto de trabajo en una fabrica, y que debia irse de ese lugar. Abril habia llorado, habia gritado, habia hecho un berrinche diciendo que no queria que se fuera, pero no sirvio de nada.

Amairani hizo sus maletas cuando su padre no estaba, y abril la dejo ir bajo la promesa de que volveria por ella y tendrian la vida que siempre quisieron.

por supuesto, amairani nunca volvio. Pero abril lo entendio siete años despues, cuando su padre la echo de casa, y no tuvo a nadie más en el mundo.

Amairani se marcho para siempre y nunca volveria por ella.

Porqué, ¿quien querria hacerse cargo de una patetica omega?

Sofia gimoteaba en sus brazos, sin comprender un poco el estado de shock en el que se encontraba su mami luego de volver a casa y echarse sobre el sillón. Abril se limito a apretarla más, buscando aferrarse a algo desesperadamente.

Ver a amairani habia hecho que algo dentro de ella se removiera. Ese pasado que creia enterrado estaba saliendo a floté otra vez, y no queria eso. Cualquier cosa menos eso.

Y haber escuchado a amairani decir que era prometida de samantha hizo que un dolor sordo se instalara en su pecho, como si algo la hubiera atravesado, la hubiera roto por completo.

No sabia por que se sentia asi, considerando que no queria casarse con samantha, considerando que ellas no eran nada. Considerando que apenas la conocia.

Pero samantha la habia tratado tan bien, la miraba con cariño, que abril no podia evitar querer ansiar un poco más de eso. Buscar un poco más de ternura.

- ¿Mami? - miro a sofia, que hacia un puchero - no tiste. Po favo.

- No estoy triste - mintio comenzando a darle besos en sus regordetas mejillas - Es solo que me entro algo en el ojo.

kilig (rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora