El segundo día fue relativamente bien, no hubo muchos inconvenientes, así que para la hora de salida de los niños podían ir por ellos, pero cuando Spreen estaba a punto de invitar a Fit para ir a comer, el teléfono del alfa sonó.
Fit contesto de inmediato, era de la escuela, la directora quería tener una reunión con él para hablar acerca de unos asuntos relacionados con Ramón.
Fit con un poco de pena le pidió permiso a Spreen, él le dijo que no se preocupara y que lo acompañaría.
Fit agradeció eso.
Al llegar a la escuela Fit bajo del auto y Spreen se quedó en él, pero el aburrimiento lo invadió muy rápido, así que salió del auto e ingreso a la escuela, colocándose una gorra y lentes oscuros.
Apenas había tocado el timbre para el cambio de aulas así que por los pasillos había varios niños.
La mayoría lo veía con curiosidad otros con emoción al reconocerlo y otros simplemente lo ignoraban concentrados en sus propios asuntos.
Fue en eso que cerca de ahí pasaba Ramón, sonrió al verlo, pero esta se esfumo al ver como el niño tenía un semblante decaído, triste, apretando los libros que tenía en brazos al pasar delante de un grupito de niños quienes comenzaron a decirle de cosas, haciéndole señas.
Recordando porque cuando el asistió a esa escuela la odio.
Sin pensarlo mucho camino a paso rápido para alcanzar a Ramón, el niño se giró al escuchar a alguien acercarse a él, pensando que serían los niños que siempre los molestaban. Al ver que era Spreen sonrió de inmediato.
El omega poso una de sus manos en su espalda, señal de que no se detuvieran y siguieran avanzando, Ramón asintió emocionado regresando su vista al frente y Spreen regreso su vista hacia el grupito de niños detrás de ellos, dándoles una mirada fría.
Terminaron llegando hasta el salón donde seria la ultima clase de niño, Ramón le pregunto con una sonrisa de que hacia ahí?
— Bueno vine con tu padre a recogerte, pero creo que llagamos muy temprano —
Su respuesta hizo reír al menor.
Pero Spreen se puso serio
— Tu papa lo sabe? Sabe que te molestan en la escuela!? —
Ramón puso una cara triste bajando su mirada.
— Deberías decirle, sea cual sea a la razón de porque lo hacen no deberías dejarlos hacerlo —
— No quiero molestarlo, estoy bien —
Spreen solo pudo pensar que eso era mentira.
— Está bien, pero si necesitas hablar con alguien aquí estoy —
Le acaricio la cabeza antes de decirle que entrara a su clase, el niño antes de ingesar a su aula lo abrazo.
— Te estaremos esperando afuera — le dijo en un tono suave
Ramón asintió con una ligera sonrisa.
Spreen regreso al auto molesto.
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