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–Se encontraba un chico de cabello negro un poco enojado buscando a su pequeño hijo, ya que había quedado de verse con sus amigos y ya iba tarde.

—Mike donde te metiste ahora?....mmm
-ya había buscado por toda la casa pero aún faltaba un lugar...
Bajo su cama.
El pelo negro entro a su habitación y se agachó para ver si estaba allí abajo y lo encontró, tan pronto lo vio lo tomo de los pies y lo jalo hacia el.

—Te encontré!
-decía mientras lo cargaba en brazos.

—Ahhhh! Me asustaste!
-hablaba el pequeño mientras hacía un puchero lleno de enojo.

—bueno ya está bien de juegos, es hora de irnos
-bajo al peli-rubio de sus brazos para ponerlo en la cama.

—irnos? Adonde?
-el pequeño miraba como su padre con curiosidad mientras este metía cosas de él en su mochila.

—Te dije que iríamos a visitar a los chicos

—Cierto! Vamos!
-brinco de la cama y se fue corriendo hasta la puerta principal de aquella casa.
—Vámonos trolli!
-ambos se subieron al auto, trollino colocó a Mike en su asiento de seguridad mientras le colocaba el cinturón.

—listo, ahora si quieres duerme un poco que el viaje es algo largo
-decía mientras manejaba y miró de reojo a Mike viendo que este ya estaba dormido y simplemente sonrió y siguió manejando.

-Ya habían pasado 2 horas y el pequeño cachorro ya se había despertado y estaba muy inquieto y no dejaba de preguntar si faltaba mucho por lo que trolli decidió darle un rato su tablet para que vea willirex y esté calmado, pasaron 15 minutos y el chico de cabello negro ya se encontraba estacionando su vehículo enfrente de una casa de dos pisos muy llamativa que proyectaba alegría con solo verla, trolli le quito el cinturón de seguridad y bajo al pequeño de su asiento y del auto, tan pronto como Mike tocó el suelo se puso a corretear por todos lados mientras en su espalda cargaba su pequeña mochila, el pequeño corría a los alrededores de trollino mientras este intentaba caminar hacia la puerta de aquella casa sin caerse encima del pequeño que no dejaba de corretear, si que tenía mucha energía, debo de dejar de dale chocolate pensó el peli-negro mientras tocaba el timbre de aquella casa pero nadie salía, lo toco de nuevo y simplemente no había respuesta por lo que decidió mandarle mensaje a el dueño para que le abriera y de pronto salió un chico de cabello castaño de puntas rosadas y de unos hermosos ojos verdes, saludándole muy alegre y viendo cómo el pequeño corría alrededor del peli-negro y este estaba con una cara de amargura le dio un poco de gracia, hacia mucho no se miraban en persona y estaba muy feliz por que estuvieran allí.

—Hombre Trolli! Cuanto tiempo!
-hablaba feliz el chico mientras miraba al pequeño cachorro corretear alrededor de él ahora.

—Hola victooor!
-parecía que nunca se quedaría sin energías, el pequeño era muy hiperactivo.

—Hola pequeño!
-le acariciaba la cabeza al pequeño que algún se quedaba quieto.
—pasen, fue un viaje largo deben de estar cansados,
jsjs bueno por lo que veo solo tu trolli
-miro con un poco de gracia al peli-negro mientras este le devolvía una mirada de cansancio
—venga que mayo preparo café especialmente para ti
-decía el chico oji-verde mientras pasaban a la casa

—y como han estado vic?
-decía trolli mientras olía el tenue aroma de café.

—bastante bien, aunque ahora que veo a Mike me identifico muchísimo contigo, Acenix es igual de hiperactivo que el.
-reía mientras miraba al peli-negro y su pequeño hijo.

Perros y GatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora