Un Cuento de Invierno

Introducción.

—¿Qué escribes?—dijo Luccie detrás mio apoyando sus manos en mis hombros.

Yo estaba sentado en el pupitre de clase, aprovechando la falta de profesor para terminar una poesía que dejé a medias, cuando mi mejor amiga me devolvió a la realidad.

—Pues, igual que siempre, una poesía.—respondí volviendo mi cabeza hacia arriba para hacer contacto visual, y le guiñé un ojo antes de sumergir de nuevo mis ojos en mi libreta.

Llevo escribiendo poesías desde los 14 años, me apasiona escribir sobre escenas imaginarias que pasan por mi cabeza, y darles un toque artístico.
De vez en cuando subo alguna de mis "obras" a Instagram, y a la gente suele gustarles, y siempre, siempre por desgracia recibo la misma pregunta: "¿De quién estás tan enamorado?".
Y qué rabia que nadie me cree cuando con sinceridad respondo: "De nadie, solo me apeteció escribirlo".

—Tierra llamando a Castiel, acaba de sonar el timbre y podemos pirarnos de aqui.—me sobresaltó Luccie, que ya había colgado su mochila de su espalda.

Sonreí y recogí todos los materiales que tenía encima de la mesa para meterlos en la mochila.
Me levanté, comprobé que no me dejaba nada y posé mi mochila sobre el hombro izquierdo.

—Vamos, a casa.
————————————————

Dejé a Luccie en su casa como todos los días y comencé a caminar el resto del camino yo solo hasta mi casa, obvio que como costumbre, con los cascos y la música a todo volumen.
Saltó en mi Spotify mi canción favorita, saqué un cigarro de la cajetilla y lo encendí en mis labios, y mientras el humo salía de mi boca lentamente al dar la primera calada, de fondo sonaba la parte que tan loco me volvía de esta canción.

~ Secrets I have held in my heart,
Are harder to hide than I thought,
Maybe I just wanna be yours,
I wanna be yours, I wanna be yours~

Se me eriza la piel del cuello al sentir unas gotas de lluvia resbalar por este, no podía ser un momento tan maravilloso ahora mismo.
Yo caminando bajo la lluvia, con mi canción preferida en los cascos, y fumando un cigarro después de un día agotador en clase.

Momentos como este son en los que siento que la soledad es pacífica, pero algo asfixiante.
¿No sería más mágico disfrutar de esto con alguien a quien darle la mano?
¿Alguien que pudiera abrazar, y besar tiernamente mientras nos empapamos con la lluvia?

Para mi desgracia, aún no conozco ese sentimiento, pues todavía no he cruzado con nadie con quien pueda disfrutar esta vida, ni siquiera esta época del año.
A veces me encantaría tener, un bonito cuento de invierno.