02

22 4 1
                                    

Kawasaki, Japón.
14:35 p.m

Zoro caminaba tranquilamente por las concurridas calles de aquel lugar, realmente no conocía mucho y solo se guiaba preguntando a las personas con puestos o ya sea una tienda. No se molestaba mucho por su trabajo, hace poco le habían hecho una propuesta bastante interesante en cuanto al pago y realmente necesitaba pensarlo, además de tomarse un pequeño descanso.

Pudo divisar un supermercado en la esquina de la calle y se dirigió tratando de esquivar a toda la gente que pasaba a su lado hasta allá. Las puertas automáticas se abrieron y entró, dirigiéndose a los estantes de fideos instantáneos agarró uno de los picantes y se dirigió a la caja para pagar.

-Serían 1.200.- Dijo el cajero después de registrar los productos.

Estaba sacando el dinero de su bolsillo cuando sintió algo rígido en su espalda baja. Sin pensarlo dos veces se voltea ágilmente y agarra el cuello de la camisa del hombre sin darle ni un minuto para reaccionar.

Se podía ver la sorpresa del hombre, pero su expresión había cambiado en pocos segundos a una interrogativa, pero a la vez nerviosa.

-¿Tienes algún problema?- preguntó Zoro alzando levemente la voz. Su mirada penetrante atravesaba al hombre asustadizo mientras las personas de alrededor se alteraban, pero no hacían nada por el bienestar del sujeto.

-N-no... no, fue solo un accidente.

-¡¿Un accidente?!- El hombre bajó la mirada y notó el arma que tenía en la cintura. Sin darle opción lo empuja, dejándolo en el piso. Dio el dinero correspondiente al cajero y agarró la bolsa con su compra, yéndose con el tintineo de la tienda detrás, las personas cercanas rápidamente actúan viendo al hombre y llamando a la policía para comentar lo que pasó. Lástima que no le hayan dado una importancia significativa.

Sacó la botella de la bolsa, la destapó y después bebió de ella, botándola en un tarro de basura que había cerca. No tenía ni idea de qué podía hacer ahora; tal vez debía ir a tomar algunos tragos. Así que Zoro decide dirigirse a un bar cercano para relajarse y pensar en su situación. Al entrar, busca un lugar tranquilo para sentarse y pedir algo de beber. Decidió dejar el ramen para después, quizás a la comida.

Mientras está allí, observa a su alrededor y se da cuenta de que hay alguien más en el bar que parece estar observándolo. La persona se acerca a Zoro y le entrega una nota escrita a mano sin decir una sola palabra. En la nota, hay una dirección y una hora, pero no hay ningún nombre. Se siente intrigado y no sabe si ir a la dirección indicada para descubrir quién es esa misteriosa persona o quedarse con la intriga.

Decide dirigirse a la dirección indicada, pero primero paga lo que bebió en el bar. Al llegar, se encuentra con un hombre misterioso que le revela que sabe sobre su situación y la oferta que le han hecho recientemente; no tenía idea de cómo lo sabía. Resultó ser uno de los hombres del jefe de la mafia japonesa que está interesada en los servicios de Zoro.

Se encontraba en un dilema moral; el hombre le ofrecía una suma considerable de dinero a cambio de realizar ciertas tareas "fuera de la ley". A pesar de la tentación del dinero, Zoro sabía que involucrarse con la mafia podría poner en peligro su vida, más de lo que ya podría estar.

Finalmente, Zoro miró al hombre misterioso a los ojos con una mezcla de determinación.

-Está bien, acepto tu oferta. Dime quién es y cuándo lo tengo que hacer.

El hombre sonrió satisfecho y respondió con seguridad.

-Se trata de Dracule, nos tiene en la mira.

Le explicó todo y cómo lo debía hacer, la hora, lugar y fecha, advirtiéndole que no debía hacer preguntas y que debía seguir al pie de la letra las indicaciones sin rechistar.

Asintió en silencio, sabiendo que estaba entrando en un mundo peligroso del cual no sería tan fácil salir; el hombre le entregó otro papel, esta vez con un número y por fin se fue de allí. A medida que Zoro se alejaba del encuentro, la sensación de peligro lo invadió, pero también la certeza de que su vida nunca volvería a ser la misma, aunque ya no le dio importancia; pues había pasado y hecho cosas peores. Suponía que esto no sería nada, como matar dos pájaros de un solo tiro.

Que equivocado estaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tras la máscara del asesino: El detective y la oscuridad | ZoSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora