Invasión A las Alturas (yurixmayuko)

Sólo Tu

Abrazándose como no lo habían hecho nadie más, Yuri empujó a Mayu sobre la única cama de la habitación. Se sujetó las muñecas y besó su cuello, ambos respirando con dificultad.

"¡Yuri!" Mayu dijo, entrando en pánico. Estaba empezando a perder la calma y eso la asustaba.

Yuri no se detuvo. Desabrochó la camisa de Mayu y le desató la corbata. Mayu la miró a los ojos con nostalgia.

"Yuri, nunca he-"

"Yo tampoco, pero no te preocupes, Mayu. Sólo relájate."

Mientras se quitaban la ropa, ambos experimentaron algo que sólo ellos dos sintieron. Yuri la tocó en lugares que ni siquiera Mayu se había tocado, y en respuesta Mayu hizo lo mismo con ella, viendo un nuevo lado de Yuri que ella amaba. Era un lado de ella que solo le había mostrado a Mayu.

El tiempo pasó y Mayu se encontró recostada en los brazos de Yuri, medio despierta. Yuri se había quedado dormida y se sintió avergonzada al recordar que ninguno de los dos estaba vestido. Besó la mejilla de Yuri y acarició su rostro con la mano. Fue como un sueño hecho realidad. Ahora lo único que quedaba era escapar de este reino y dejar que todo el mundo supiera que Yuri era de ella.

...Pero no sería tan fácil, ¿verdad? Mayu pensó en antes de que ella hubiera entrado en este reino. Cuando ella era una persona completamente diferente. Recordó que sus padres le dijeron que cuando creciera debía casarse con un hombre adecuado aprobado por ellos dos, y que Mayu no tendría elección sobre con quién quería casarse. Como Mayu nunca pensó que podría amar a nadie, aceptó este destino sin resistencia. Pero las cosas habían cambiado. Ahora tenía a alguien que le importaba, alguien a quien valoraba más que a ella misma. La niña que dormía en sus brazos estaba dispuesta a sacrificar cualquier cosa por ella. Porque ella la había salvado. Si no fuera por Yuri, Mayu se habría convertido en una asesina sin sentido y nunca habría podido preocuparse por nadie. Pero Yuri le enseñó el amor. Ella fue la primera persona que realmente se preocupó por ella. Para ella, Mayu estaba lista para hacer cualquier cosa.

Salió lentamente de la cama y buscó a tientas su camisa y su falda. Se estaba haciendo tarde, así que silenciosamente salió de la habitación para encontrarse con el otro mientras dejaba dormir a Yuri. Una vez que cerró la puerta, se dejó caer contra ella de pura felicidad. Ella se sonrojó y se cubrió la cara con las manos. Nunca se había sentido más feliz.

Debería ir a reunirme con los demás. Deben estar preocupados después de que salí furiosa de la habitación en la que Kuon me había dejado. ¿He perdido peso o mi falda se siente un poco grande?

Sin pensar mucho en ello ya que su mente estaba nublada con pensamientos de alegría, continuó por el pasillo.