Penitente

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Frío que desconocía.

Oscuridad que conocía.

Incluso al abrir los ojos no pudo ver más allá de su propia nariz, estaba cansado para moverse, se sentía como si se hubiera levantado de un largo sueño.

Agua.

Estaba rodeado de agua, algo como si fuera sumergido en esta.

Era suficiente tiempo perdido.

Un brillo pasó a borrar la sola oscuridad que había. Se reforzó a modo que su cuerpo brillara como si estuviera repleto de circuitos.

Se sintió bien.

El agua en el interior del tanque en el que supuso que se encontraba comenzó a hervir cuando el cuerpo de la persona en aquel espacio cerrado.

Una mirada dirigida a la nada fue lo primero dio. Poco a poco todo fue aclarándose al punto que pudo ver una vez más como si las luces estuvieran presentes. Era algo que pasaría eventualmente, su capacidad visual solo había sido reducida de todas formas momentáneamente.

El vapor estaba saliendo de su cuerpo conforme pasaba el tiempo en el agua, como esta hervía sin más a su alrededor, no dolió, algo como eso no debería poder lastimarlo de igual forma.

Levantó la mano y cerró su puño, al principio se había planteado simplemente romper el cristal del tubo en el que se encontraba, pero conforme pasaban los segundos podía ver un cambio significativo en su cuerpo.

Era como si este se estuviera adaptando a las capacidades físicas de siempre, no, a lo que alguna vez fue en vida.

Fue solo algo de momentos en que notó el leve cambio en su cuerpo, como parecía poseer un cuerpo que podría llamarse recién nacido. Al paso de los minutos es que pudo sentir cómo su cuerpo estaba finalmente en forma para salir, pero a diferencia de su pensamiento inicial que debía romper el cristal del tubo que lo contenía, este se levantó por su cuenta.

El vapor mezclado en el aire frío dio como resultado una explosión de vapor cuando el contenedor se abrió. Hubo algo similar a un jalón desde atrás que le impedía caer. algo que le pinchaba la espalda pero lo mantenía suspendido.

Solo tuvo que esperar un poco más antes de que su cuerpo empezara a aflojarse, sintió que ya podía ponerse de pie y así lo intentó. Dejó que sus plantas tocaran el suelo frío, casi congelado, y sus ojos exploraron los alrededores. No había nadie cerca de su lugar, lo único que podía vislumbrar hasta dónde llegaba su vista recién recuperada fue hasta una puerta a cientos de metros de su posición inicial.

Un intento de dar un paso terminó en él cayendo de rodillas y usando una mano para no chocar contra el suelo. giró su cuerpo un poco a la derecha para usar ese lado como apoyo principal mientras que se empujaba hacia arriba para levantarse.

No pudo hacerlo.

Su cuerpo se rindió al momento de darle alguna fuerza mayor a la que simplemente podía ejercer como un recién nacido si así pudiera llamarse. Era como si todos sus músculos aún estuviesen calibrando para dar un resultado que pudiera ser considerado como apropiado.

...

Horas.

No supo cuánto tiempo había estado simplemente sentado en el suelo, el frío al menos no fue un problema cuando dejó de sentirlo al paso de los minutos gracias a lo que se encontraba en su espalda.

Seis cables negros y gruesos que salían desde dentro de la cámara en la que había estado hace tiempo. Cada uno parecía cumplir una utilidad distinta en su cuerpo debido a lo que sentía.

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