¡¡¡No Vuelvo A Tomar!!!

Dios....

Shouta abrió los ojos molestos por la brillante luz que entraba por su ventana, no ayudando en nada a su dolor de cabeza, se volvió a tapar con sus cobijas hasta mas arriba de la cabeza. Casi se iba a volver a acomodar cuando las ganas de orinar se presentaron

El hombre maldijo a su cuerpo y a sus necesidades biológicas básicas, por un momento considero volver a dormir y rezar porque no se hiciera mientras dormía, pero después recuerdo que lavar un colchón sería aún peor. Salió de su caliente cama para enfrentarse a su frío apartamento, tocando con sus pies descalzos el piso congelado, cerro los ojos ignorando lo mejor que podía el dolor de cabeza que era similar a que te taladraran la cabeza y te gritaran al oído al mismo tiempo. Una vez término quiso volver a su cama, pero ahora su estómago reclamando comida se hizo presente

Suspiro pesadamente para después salir de su cuarto quejándose. Vivía en un pequeño apartamento cerca de donde trabajaba y de la zona donde regularmente hacia sus patrullas, no era un lugar muy lujoso, apenas decente, lo que no importaba considerando él poco o nulo tiempo que regularmente pasaba allí. Un departamento de solo dos habitaciones, la sala y la cocina eran como las americanas, solo tenía lo básico en cuanto a muebles, apenas llenando algo del lugar, no tenía ni televisor, solo un sofá muy viejo con un niño sentado mirando por la ventana, (ventana que no tenía cortinas) una caja al frente de fotos enmarcadas que nunca colgó, y unas dos macetas llenas de tierra que antes tenían flores, pero que al final se secaron. Y la cocina solo tenía muebles porque estos ya estaban incluidos cuando la compro, tenía algo de comida enlatada y...

Esperar...

Aizawa detuvo su caminar a la cocina para voltear lentamente hacia la sala, su visión aún era borrosa y la luz le estaba molestando, pero eso no impidió que la figura de aquel niño se viera menos. Un joven, sucio, cabello alborotado y gris, ropa de segunda mano y rota, sentado en el sofá ocupando el menor espacio posible y con una bolsa de plástico abajo de el que seguro uso para evitar ensuciar el sofá. Ahora el niño lo estaba mirando

Un silencio se formó en aquella pequeña sala, ninguno se movió ni parpadeo, se miraron a los ojos durante 10 segundos exactos para que después el niño rompiera la tensión sin apartar la mirada

-Buenos días

Shouta parpadeo dejándolo ganar, no era un sueño ni una alucinación provocada por el alcohol en su sistema, esto era real

-Buenos días ¿Quién.... Eres?

-Mm.... Bueno, mi nombre es Izuku

-Bueno, Izuku me podrías explicarme que haces en mi departamento

-Tú me trajiste aquí

-¿Qué?

-B-bueno, ayer estaba buscando algo de comida afuera de un bar cuando tú te acercaste y me dijiste que no debería estar haciendo eso. Me disculpe y me fui de allí, pero mas tarde nos veríamos de nuevo y tú me dijiste que me dejarías pasar la noche en tu apartamento, porque ayer hacia demasiado frío. Por eso acepté

Aizawa ahora recordaba, sus dedos estuvieron entumidos durante toda la noche por el frío. No dudaba de lo que le decía el niño, Nemuri ya le habia dicho muchas veces que siempre que estaba borracho hacia muchas obras de caridad, como dar su dinero a los necesitados o comida, talvez incluso amaneció con varias ¿plantas? (Por alguna razón) y animales sin hogar en su casa, desde gatos y perros, hasta un venado (El peor fue una serpiente, aun no sabe como la encontró y porque se la llevo, pero el susto de verla en su sala no fue algo lindo de recordar), esta era la primera vez que se llevaba a un niño de la calle a su departamento, alguien que no fuera un animal. Pero sabía que no podía simplemente dejarlo ir

-Bien, ¿Tienes hambre?

El niño pareció sorprendido de que le preguntara eso, pero aun así respondió