Capítulo 1: Ámame

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--Había una vez, una princesa, una linda hada llamada... Adala. A sus diez años perdió a su padre, el rey de Hadalans, esto le afecto bastante ya que lo quería mucho; él siempre le enseñaba a usar la magia, a ella le encantaba esto, él y su madre la querían mucho y pasaban tiempo con ella jugando, eran una familia feliz... ¿cierto? Según ella así era, pero no estaba cerca de la realidad. Sus padres se la pasaban peleando todo el tiempo, aunque fingían quererse el uno al otro para quedar bien, su matrimonio había sido arreglado por los padres de la reina, Aeri; ella era una mujer codiciosa, quería gobernar el reino, así que logró hacer que la casaran con el príncipe heredero del reino, lo cuál no fue tan complicado, puesto que ella era hija de un duque. Fruto de ese matrimonio nació la princesa Adala, quien luego de la muerte de su padre, fue influenciada por su madre para ser codiciosa igual que ella--

Aeri: ¡Adala! ¿Estás lista?

Adala: Sí, mamá.

Aeri: Vamos, subamos a la nave.

Adala: ¿A dónde iremos?

Aeri: Satinek. El planeta más avanzado de la galaxia, será bueno tener una buena relación política con ellos.

Adala: ¡Ya quiero ir! Me enseñaron que hay muchas cosas que no hay aquí.

Aeri: Pues bien, vamos, el camino es largo, tardaremos unos cuatro días en llegar. Ya le avisé al rey Mikret y a la reina Tilea de nuestra llegada.

--La niña de ahora once años y su madre subieron a su nave y luego de un viaje de cuatro días, estaban en Satinek. Allí los guardias las llevaron a la sala del trono--

Aeri: Majestades. *hace una reverencia*

Adala: *imita a su madre*

Mikret: Reina Aeri, princesa Adala, es un honor tenerlas aquí en el palacio satinekiano.

Aeri: El honor es nuestro, majestad.

Tilea: Pueden levantarse, aquí no acostumbramos a hacer reverencias tan prolongadas.

Aeri y Adala: *se enderezan*

Mikret: Nos presentaré, yo soy el rey Mikret, ella es la reina Tilea. Mis hijos no están aquí, están entrenando con el ejército, pero por favor, acompáñennos, les mostraremos un poco el palacio.

Aeri: Gracias, majestad.

--El rey y la reina les dan un pequeño recorrido a sus invitadas, hasta que se encuentran con los príncipes en el jardín--

Thrill: ¡A ver, Inaril! ¡Enfréntame si puedes! *jugando un poco con su espada*

Inaril: Cállate, te partiría en dos si quisiera, soldado.

Thrill: Oye, solo porque tienes el rango de fando no significa que no te pueda hacer frente. ¿Verdad, Netsil?

Andrew: No lo sé, yo apuesto a que te gana dormido.

Thrill: Uy sí.

Andrew: En cambio yo... Yo sí que podría contigo, Inaril.

Inaril: *desenvaina su espada* ¿Ah sí? Pues me parece que no ha terminado el entrenamiento, alteza.

Andrew: *desenvaina su espada también* Oh sí, al fin algo divertido en este palacio.

Thrill: *suspira* Bueno, solo no corten las flores. *se sienta en una banca*

Un viaje por el universo: Historias sin contarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora