Capítulo 5: Envidiosas

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--Luego de que todo el incidente con Adala pasara; Andrew, Amy; Inaril y Valeria comenzaron a salir abiertamente, cosa que le complicó un poco la situación a Valeria en Satinek--

Valeria: *caminado por un pasillo del castillo* ¿Dónde estaba la primer zona de entrenamiento? No puede ser, me volví a perder... *suspira y ve a una sirvienta* Señorita, disculpe que la moleste. ¿Sabe dónde está la primer zona de entrenamiento del ejército?

X: ¿Eh? *se voltea* Ah... eres tú...

Valeria: ¿Hm? ¿Qué?

X: *sonríe* Nada, olvídalo. ¿Primer zona de entrenamiento? Sigue recto por este pasillo, luego a la izquierda, de nuevo a la izquierda, baja las escaleras del fondo y encontrarás una puerta, ahí es.

Valeria: Recto, izquierda, izquierda, escaleras y puerta. Mil gracias.

X: No hay problema.

Valeria: *sigue su camino*

X: Qué estúpida, quiero ver cuando la lleven a curarla.

--Valeria sigue por donde le dijo la chica y encuentra la puerta--

Valeria: Aquí, la puerta. Tiene un letrero. ¿Qué dirá? Hm... ¿tal vez así se escribe primer zona de entrenamiento en satino? No recuerdo... *entra* ¿Por qué está todo tan oscuro? ¿Se supone que debería ser así? No... creo que me equivoqué, mejor salgo si no quiero- *trata de abrir la puerta* ¿Por qué no se abre? ¿La atasqué? No, estas puertas no se atascan así nada más. *trata de empujar la puerta* ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ¡Me quedé atrapada! Eh... ¿Ayuda? *nerviosa* No hay nadie cerca, no miro nada, creo que no debí entrar aquí.

--De repente, las luces se prenden y se deja ver dónde estaba metida Valeria, se había metido en un cuarto completamente cerrado con una única entrada y salida, la que no podía abrir. Había una especie de estatuas con aspecto de soldados en las esquinas y varias espadas, arcos y lanzas colocadas casi en la entrada, en la pared--

Valeria: ¿Sí es aquí? No, a esta hora habría alguien por acá. *camina un poco por el área*

--Unos momentos después, se escucha una voz desde algún altavoz, la cual luego de decir algo que Valeria no entendió en absoluto, comenzó una especie de cuenta regresiva; a las estatuas que estaban quietas, se les prendieron los ojos y caminaron unos pocos metros de sus lugares iniciales--

Valeria: ¿Eh? ¿¡Qué está pasando?! ¿¡Es una cuenta regresiva?! ¿¡Por qué las estatuas se movieron?! Ay, Dios... Parece que me van a atacar... ¿¡Me van a atacar?! *corre hacia las armas y toma una espada*

--Cinco, cuatro, tres, dos, uno. Acabó la cuenta regresiva. Una de las estatuas localizó a la chica y se abalanzó sobre ella. Valeria defendió el primer ataque con la espada, pero esa cosa tenía mucha fuerza y terminó por tirarla al suelo, la chica no podía hacer casi nada contra eso, por lo que solo trataba de huir de la estatua; duró así por poco menos de un minuto, hasta que fue acorralada y el enemigo la empujó con fuerza al suelo, la iba a rematar con la espada--

Valeria: No... Para... Por favor, para... ¡Detente! *trata de golpear la estatua con la espada, pero esta se la quita* ¡Ah! Inaril... ¡Inaril! ¡INARIL!

--Alguien entra corriendo y ataca a la estatua por detrás, la cual cae al suelo, era nada más y nada menos que el capitán. Pero no acabó ahí, en cuanto la primera cayó, las otras estatuas se abalanzaron sobre Inaril, quien no tuvo más remedio que pelear contra todas ellas hasta que las dejó imposibilitadas--

Un viaje por el universo: Historias sin contarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora