Cuando dos Alfas se encuentran, uno es Omega

Capítulo 48: Quiero que seas mi novio, ¿de acuerdo?

¿Jian Songyi lo entendió?

Si todavía no lo entendió, entonces tal vez sea un tonto.

"Lo siento."

La palabra salió como un sollozo ahogado saliendo de su garganta.

Jian Songyi no sabe qué decir. Sólo la amargura se acumuló en su corazón y no sabía cómo aliviarla. Por lo tanto, sólo pudo decir que lo sentía.

Lo siento.

¿Es eso un no?

Bai Huai se secó la humedad que se formaba en el rabillo del ojo. Sin embargo, logró formar una pequeña sonrisa. "Esta bien. Deberíamos irnos a casa". Dijo con voz suave.

Dijo que lo sentía. Jian Songyi no lo aceptó, pero no podía decir que estaba sorprendido.

Había imaginado 10.000 formas de rechazo por parte de Jian Songyi. Cada uno es más desgarrador a su manera. Aún así, parece que esta situación es un enfoque mucho más gentil de lo que sea que construyó en su cerebro.

Bai Huai se volvió y se dirigió al salón. Empacó el bolso de Jian Songyi, hizo la cama en el salón y dobló la manta por separado. Luego sacó su teléfono y llamó a un taxi. Mientras esperaba un taxi, se paró frente a Jian Songyi y le bloqueó el respiradero.

Meticuloso y apropiado, como siempre, parecía que la expresión de amor y la frase de disculpa no trajeron ninguna emoción a su corazón.

'Si quieres taparlo, blanquelo'.

Pero Jian Songyi todavía estaba perdido. Simplemente sostuvo con fuerza el cuaderno de bocetos en sus brazos mientras seguía a Bai Huai sin comprender. Bueno, no hasta que lo metieron en el asiento trasero del taxi.

Bai Huai a veces se preguntaba si había una explicación sencilla para esto. Jian Songyi suele ser inteligente, testarudo y malicioso. Pero cada vez que Bai Huai acude a él, mágicamente se vuelve tonto. Aun así, Bai Huai no puede soportar estar enojado con él en absoluto.

Jian Songyi tiene razón. ¿Qué puede hacer con él? Sólo puede sustentarlo tal como lo hicieron sus antepasados.

Bai Huai miró la bolsa de plástico que Jian Songyi sostenía en sus brazos. "¿Vas a sostenerlo así? ¿No me lo vas a devolver? Preguntó.

El temperamento irracional de Jian Songyi surgió esta vez sin interrupciones: "Es mío, entonces, ¿por qué te lo devolvería?"

"Pero tú me lo diste".

"Si lo regalaste, ¿no podrás recuperarlo?"

"...Bueno. Todo lo que quieras."

Bai Huai inclinó la cabeza y sonrió para sí mismo con impotencia.

Jian Songyi compró ese cuaderno de bocetos cuando tenía cinco o seis años. Luego se lo dio a Bai Huai cuando él lo pidió. Jian Songyi pensó que había una nota de su padre entre sus páginas, así que no pensó mucho en ello y se la dio.

Bai Huai lo ha estado llevando desde entonces, ya que lleva los recuerdos de las dos personas que más le importan en esta vida suya, por lo que es particularmente valioso. Por eso, cuando Wang Shan lo robó, no pudo evitar perder los estribos y portarse mal.

Lo que lo hizo sentir aún más incómodo fueron los sentimientos escondidos en él.

Bai Huai no sabía cuándo comenzó, pero sintió que su amor por Jian Songyi se transformó en el tipo de amor en el que quería quedarse con él por el resto de su vida.

Al principio era ignorante.

Pero cuando los signos de las características Alfa surgieron de él, su ignorancia se convirtió en inquietud.