5 ⛓️

627 81 25
                                    

Los ojos de Sunoo se abrían de par en par, la luz entraba por unas persianas que no había recordado tener en su habitación, hasta que sintió una cama cómoda y amplia bajo su cuerpo, despertó de golpe y recordó todo lo sucedido anoche, se había quedado dormido en los brazos de Jongseong, y pasa aún más vergüenza, en su habitación.

No encontró al hombre a su lado, así que rasco con delicadeza su rostro y abrió la puerta de la habitación, por el momento solo quería buscar algo de comer, si tan solo pidiera encontrar la cocina en aquella gran casa, que ha decir verdad, era una mansión.

Iba bajando por las escaleras mientras bostezaba, cuando abrió los ojos, se encontró a Jongseong con una bandeja en sus manos, en este tenía un desayuno confirmado por tostadas junto a huevos revueltos y café.

—Oh, veo que despertaste, te iba a llevar el desayuno a la cama.—Jay miro a Sunoo, incluso recién levantado seguía pareciendo todo un ángel

—N-no tienes que hacer eso... Al contrario, yo debería hacerlo por ti.—Dijo apenado, a lo que vió a Jay fruncir su ceño

—No, no deberías hacer esto solo por lo de anoche, ¡Eres una persona maravillosa que ha pasado por muchas cosas!, dejame demostrarte que hay gente que realmente quiere preocuparse por ti.—Su tono de voz era serio, a lo que Sunoo solo agachó la cabeza y con timidez se encogió de hombros

—Ahora vamos a la cama, quiero que tengas un desayuno tranquilo y digno de un ángel como tú.—Ahora tenía una sonrisa en su rostro, caminando por la escalera y seguido por Sunoo en total silencio

Cuando ambos llegaron a la habitación, Sunoo se sentó en la cama junto a Jay, este tomaba bocados de comida con la cuchara y se los daba al menor, por su parte, estaba disfrutando de la atención que le estaba dando Jongseong, ni siquiera alguna de sus ex parejas le había tratado tan bien como lo ha hecho el mayor con tan solo un par de horas de haberlo conocido.

Pero ambos tenían algo claro, esto no solo una a hacer una relación sumiso-dominante, iba a hacer algo más que eso.

Jay había hecho entrega del dinero a Sunoo, quien retiró la parte suficiente para pagarle a Jake, a quien iba a visitar en este momento.

Sunoo sintio un nudo en la garganta, tenía que sacar sus cosas y eso significaba tener que hablar con el hombre que le cobraba cada mes sin falta, incluso algunas veces pensó que solo la traía en contra de él.

Sunoo trago en seco y tocó la puerta del departamento de Jake, vivía en el último piso y era dueño del edificio, ¿Se habrá hecho una fortuna con eso?, quien sabe.

—¿Quién es?—Escuchó detrás de la puerta

—Soy Sunoo... Vengo a pagar los meses y servicios que tengo atrasados.—Dijo apenado y con un sobre lleno del dinero que debía

La puesta fue abierta bruscamente, dejando ver a Jake con su cabello a medio hacer, unos lentes, una sudadera y un suéter rojo, indujo que hasta apenas va a iniciar su día.

—Tú... ¿Vas a pagarme todo lo que debes?—Preguntó con sorpresa, pues a pesar de que fue piadoso con Kim, no espero que tuviera el dinero tan rápido

—Si, en este sobre esta todo lo que tengo atrasado en servicios y renta. Pido disculpas si me atrase en varias cosas y te viste obligado a pagar por mi, gracias por tu paciencia y hasta luego.—Dió una reverencia y tenía planeado irse de ahí a su antigüo departamento a recoger sus cosas

—Oye... ¿Vas a seguir viviendo acá?, parece como si te estuvieras despidiendo.—Jaeyoon tomó su mano, impidiéndole irse

—Es correcto, conseguí un trabajo más estable pero para ello debo mudarme a otro lado.—Con la última persona que quisiera entrar en detalles sería con Jake

—Bueno, entonces tienes una semana para vaciar el departamento y cuando quieras en ese lapso puedes entregarme las llaves, fue un gusto tenerte aquí.—Soltó la mano del menor y sonrió

Sunoo sonrió de vuelta y se fue a su departamento, dónde lo esperaba Jay sentado en el pequeño sofá que había logrado comprar de segunda mano.

—Oye, no es por tener prejuicios en contra de las demás personas, pero, ¿Cómo podías vivir aquí?, es pequeño, solo tienen una mesa, un sofá, una estufa, una nevera, una lavadora y una cama.—Dijo Jay, quien hizo una mueca de desagrado

Sunoo solo soltó una risita, tal vez más a adelante le contaría a Jay como terminó en ese lugar, pero por ahora solo quería marcharse de ese lugar que tan solo le trae recuerdos de su dura vida.

—Te ayudaré a bajar los muebles, el camión nos debe estar esperando.—Dijo Jay estirándose un poco

—Gracias por ayudarme con la mudanza, y claro, por dejarme vivir en tu gran casa.—Se sonrojo ante estas palabras, pues fue una conversación que tuvieron en el desayuno, dónde Jay le proponía vivir juntos, no como una pareja oficial, pero si como compañeros de hogar

—No hay de que, no quiero que vuelvas a vivir en un lugar así, y como te dije cuando íbamos viniendo acá, no voy a permitir que pases por situaciones así.—

Jongseong sentía una gran empatía por Sunoo, de alguna forma quería ayudarlo. No era tonto, ese lugar que lo llevo su amigo Heeseung era un lugar donde chicos buscaban dinero facil y rápido, por un u otro motivo que no eran buenos.

Pasado el rato, ambos bajaron todos los muebles que tenía Sunoo, junto a la ropa que había doblada en el suelo de su habitación y llevándose cosas pequeñas que el menor tenía, como sus cremas para el rostro y boca o sus plantitas en varias de las ventanas del apartamento.

Sunoo sabía que iba a una mejor vida, y junto a un hombre que esperaba que lo valorará mucho. Y justamente cayó en las manos de uno gran hombre.

Una vez todo listo ambos junto al camión partieron hacia la mansión de Jongseong, Sunoo viendo el camino de ida, por alguna extraña razón le parecía agradable el recorrido a la vivienda del mayor. Por su parte, Jongseong no le decía nada, el menor parecía fascinado y de seguro su mente estaba procesando demasiadas cosas, como el por qué un desconocido lo dejaba vivir gratis en su casa.

Aunque no hubieran segundas intenciones detrás de todo, para ambos iba a resultar más fácil estar conviviendo en la misma casa, porque se daría en algún momento algún encuentro.

Al llegar, las cosas de Sunoo fueron dejadas en la cochera de la mansión, había llegado a un acuerdo con Jay para vender sus cosas y con ese dinero Sunoo podía comprar lo que quisiera. Nunca antes se había dado gustos extravagantes, pues tan solo le alcanzaba para sus días diarios, comida y transporte.

—Bien, la habitación ya está arreglada para que puedas ir a acomodar tus cosas, hay un gran armario para que coloques tu ropa, un baño privado con tina adentro de la ducha y claro, aire acondicionado. Recuerda, todo esto es mientras vamos avanzando en la relación.—Jay tomó la mano de Sunoo y la besó, acto seguido se retiró para dejar al menor adaptarse a su nuevo espacio

Les cuento una tragedia nacional... Me estoy quedando vacío, hueco, sin ideas, un agujero negro sin fondo, nada... Devuelvanme a mi época dorada donde tenía tantas ideas y aún así podía escribirlas y acabarlas pipipi.

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.

VENTA DE SUMISOS ; JAYSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora