Único

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Jungkook llevaba semanas trabajando en la casa del señor Kim, ya que este cuidaba de sus hijos, siendo la niñera, eran tres pequeños niños, dos de ellos eran gemelos teniendo tan solo ocho años, y el más pequeño de cuatro.

Estaba tan feliz por ese nuevo trabajo, la paga era tan buena, y además solo era cuidar a unos niños, ¿Qué podría pasar?

Desde hace unos días, el señor Kim solo se limitaba a verlo ni siquiera disimulaba un poco, esa mirada tan intensa con la que lo miraba, era sumamente inquietante.

El pelirosa evadia hacer contacto visual con él, sin en cambio este no podía negar que su jefe fuera una persona tan atractiva, lo era, además solo tenía treinta y ocho años, casi diez años de diferencia, pero estaba casado, con una mujer extranjera de la misma edad que el, muy hermosa y dueña de varias empresas por lo cual estaba ausente, se la pasaba de viaje tan seguido que no tenía tiempo para sus hijos y esposo.

Ambos eran importantes, y sumamente ocupados, por lo cual tenían que buscar a alguien que cuidara a sus hijos, y ahí estaba Jungkook para hacer ese trabajo.

Los pequeños jugaban en el jardín mientras el pelirosa los miraba de lejos ya que tenia que vigilarlos, y asegurarse que no les pasará algún accidente, así que no se había percatado que Taehyung acababa de llegar del trabajo, había salido más temprano de lo usual.

Se acercó lentamente al chico, cabe aclarar que le atraía y quería hacerlo suyo, lo quería para el, y de nadie más, sin importarle su matrimonio.

Pues desde que lo miró, quedó cautivado por el chico, era muy bonito y delicado, eso le encantaba.

— ¿Qué es lo que haces mocoso? —le pregunto al pelirosa.

— Y-yo...estoy cuidando a los niños, llegó temprano está vez, ¿No es así?

Asiente y se sienta al lado de Koo, el menor solo se sentía nervioso, la cercanía de ambos le ponía de esa manera, en el fondo sabía que le encantaba el señor Taehyung. Pero no podía llegar a más con el, no podía.

— Eres muy bonito, por cierto ven y sigueme. —acaricia el pelo rosado de Jungkook.

— Oh. G-gracias, está bien.

Ambos llegan al comedor, sin importarle a Taehyung sujeta a Jeon de su cadera, sorprendiendo al pelirosa al sentir dicha mano en el.

El mayor estaba tan impaciente que fue el lugar más cercano para hacerlo, aunque también quería experimentar hacerlo en otro lugar que no sea su habitación, así que optó por el comedor, además las empleadas no se encontraban ahí.

Lo acerca y lame su cuello, dejando pequeñas marcas en su blanquecina piel, estaba tan confundido ya que no sabia que hacer, pero finalmente sedio dejandose llevar por los toques que el mayor le daba.

A la lejanía se podía escuchar los gritos y risas de los pequeños, aún así a ellos no les importo mucho, pues Taehyung había cargado a Jungkook para sentarlo encima de la mesa.

El mayor tenteo al pelirosa por encima de su pantalón, se podía sentir que estaba húmedo, con sumo cuidado lo bajo para así mismo mirar como la braga del chico estaba empapada de los jugos de su coño.

Durante algunos minutos Jeon gime agudo, apretando los hombros del mayor ya que el pulgar de Kim frotaba su clítoris hinchado y dos dedos dentro de su húmeda vagina, lo mira con súplica en los ojos, rogando que lo hiciera llegar pronto.

— ¿Te gusta como te toco? —habló ronco, causando un gemido a Jungkook— ¿Te gusta como tu jefe toca tu coñito, verdad?

— ¡Mgh! Sí, Si ¡Ahh! Hazme llegar.

Niñero » TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora