Es más común de lo que parece.
Toda la familia se encuentra sentada a la mesa un jueves por la mañana, a lo lejos se pueden escuchar los ruidos que produce el personal de la finca trabajando. Hay comida recién hecha en la mesa y todo se siente tan pacifico como ha sido toda su vida.
Derek siente que podría estar teniendo uno de los mejores días de su vida, al menos lo piensa hasta qué-
—Me sentiría muy bien si en esta misma mesa se sentaran mis nietos a desayunar con nosotros — su madre menciona tratando de parecer despreocupada.
A su lado, Laura resopla con molestia y puede ver por el rabillo del ojo como Cora esconde una sonrisa detrás de su vaso de leche. Todos permanecen en silencio debido a que ya saben lo que se aproxima.
—Querida, no presiones a los niños de nuevo con eso — interviene su padre desde donde se encuentra resolviendo un crucigrama del periódico.
—Daniel, ya no son niños — replica su madre — Laura tiene 29 años, Derek 27 y Cora 25. Al menos uno ya debería de pensar en expandir la familia o me veré en la necesidad de adoptar otro hijo.
Derek mira fijamente su plato que se encuentra lleno de huevos revueltos con verdura que se produce en la misma finca. De pronto pierde el apetito. A veces pasa que su madre comienza a preguntar por qué ninguno se ha casado o tenido hijos, lo que no tiene nada de malo.
Lo que le incomoda más que nada de estas conversaciones es escuchar como su padre y madre se conocieron en un viaje de negocios en Europa y cómo de inmediato sintieron la necesidad de formar una hermosa familia juntos. Tonterías en las que nadie cree.
—Bueno — Derek comienza a la vez que se levanta — tengo que ir a supervisar la venta de ganado que vamos a hacer hoy. Me retiro.
—Derek, quédate y termina de desayunar — ordena su madre con voz severa.
—Ve con cuidado Derek, y recuerda que hoy tenemos una reunión con el representante de la cadena hotelera que te había mencionado — dice su padre aún sin separar la mirada del periódico.
Derek se detiene de repente y devuelve la mirada a todos los que se encuentran sentados a la mesa. Son su familia pero algunas veces todavía le provocan emociones no placenteras de sentir. Él ya había expresado más de una vez su descontento con la idea de ese trato con la cadena hotelera pero nadie le hacía caso a sus motivos.
—Papá, sigo pensando que no deberíamos ni siquiera concretar esta reunión. Es una pérdida de tiempo para ambas partes, todos en esta familia sabemos que tenemos demasiado trabajo con los clientes que ya tenemos como para querer añadir otro — dice y no puede evitar frotarse los ojos con cansancio.
—Es por ese tipo de pensamiento que todavía no tengo nietos — interviene su madre de la nada y sacando a relucir un tema del que nadie quiere hablar — es porque prefieren quedarse en la casa y trabajar todos los días en la misma rutina e ignoran por completo que también deberían tener una vida sociable y conocer gente, de preferencia personas para formar una familia.
—¿De vuelta con eso? — cuestiona Laura desde su lugar — Mamá, tu mejor que nadie sabes que en algún momento sucederá. No nos presiones para conocer a personas que ni siquiera nos gustan.
—Estoy con Laura en esto — dice Cora — ¿O ya olvidaste esa vez que me arreglaste una cita con el hijo omega del profesor de natación en la secundaria? — hace una pausa y suspira — creo que todavía tengo traumas desde ese suceso.
—No es malo que quiera que nuestra familia sea más grande, deberían entenderme. Además, todos ustedes son alfas. Se supone que son los que deberían de dar el paso para conocer a alguien y no esperar a que la vida les arroje una pareja por la ventana de su habitación — ella finaliza y les da a todos una mirada de molestia.
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You're mine || Sterek
FanfictionDerek es un alfa que jamás ha sentido la necesidad de formar una familia, o al menos así es hasta que conoce a un muy atractivo alfa empresario que tiene un cachorro.