Autocontrol

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Cada vez que veía al omega de túnicas moradas en las conferencia de cultivo tenía que echar mano de todo el autocontrol que poseía para no reclamarmo como suyo en frente de todos esos alfas petulantes. Recitaba sin parar las más de 3000 reglas de su clan y cómo si fuera un mantra no soltaba el lema de su secta.

“Se justo”

Repetía, una y otra vez. Preparado su corazón para el momento en que sus miradas se encontrarían de forma inevitable y el tan esperado momento de los saludos entre líderes le hiciera estar cerca de su persona destinada. Su omega.

Pasos firmes y seguros resonaron entre los bastos muelles. Entre lotos en flor y aguas tranquilas se aproximaba el líder de aquella secta, con su porte inigualable y su ceño eternamente fruncido recibió a los invitados. Uno a uno iban presentando sus respetos al señor de aquellas tierras y pronto sería el turno de Xichen. Mordió su mejilla interior, intentando controlar sus emociones, tratando de callar la voz molesta que le exigía ir y confesar sus sentimientos y su vínculo al omega. Tomarlo, marcarlo y poseerlo.

Pero no podía hacer eso.

La mirada profundamente significativa de Jiang Cheng se posó en sus ojos. Un brillo de reconocimiento se dejó ver por una milifracción de segundo y luego todo pasó demasiado rápido para el líder de Gusu Lan.

-¿Cuánto tiempo debo esperar hasta que mi alfa venga ante mi?

La voz, profunda y severa, del líder de Yunmeng Jiang atrapó a todos los presentes. Cada disipulo y líder que estaba en el muelle se volteo a verlo con extrañeza.

-¿No había dicho él mismo que no quería a ningún alfa cerca con intenciones de reclamarlo?

-Estoy seguro que amenazó y quebró más piernas que nadie en cuánto alguien se atrevía a insinuarsele.

Los murmullos no tardaron en encenderse entre los que pasaban por el lugar. Pero la mirada azulada solo se centraba en el hombre de blanco al final del muelle.

Lan Xichen estaba aturdido. En un momento dado, sus feromonas salieron sin su consentimiento y rodearon al omega, apartando en el proceso a todos los alfas del lugar. Su alfa gritaba de alegría y reconocía las feromonas que el omega amablemente dejaba salir para contentarlo.

-Ven a mi, Zewu Jun. Eres mio de todos modos, estoy listo ahora… y gracias por esperarme todos estos años.

Con los brazos extendidos, el imponente líder del muelle de loto le brindo una casi imperceptible sonrisa a su compañero, a su destino.

-Yo… Estuve esperando demasiado tiempo Jiang Wanyin. Casi no puedo controlarme ahora mismo, si me acerco demasiado podría perder la cabeza.

“Se justo”

“Se justo”

“se justo”

Una y otra vez, en su mente se reproducía como un bucle. Sus manos fuertemente empuñadas dejaron caer gotas de sangre a las pulidas tablas del suelo mientras el alfa intentaba no correr hacia su omega y tomarlo de una vez por todas.

Un paso a la vez, cada paso era como una sentencia para el alfa. Los profundos ojos tan azules como el cielo destellaban en violeta mientras que con sus feromonas ataba a su destinado al muelle. Solo cinco pasos, cinco pasos y lo tendría al alcance de sus manos. Cinco pasos y no abría vuelta atrás.

“Se justo”

“Se justo”

“Se justo”

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⏰ Última actualización: Jan 21 ⏰

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