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VIVIR O ARRODILLARSE ━━━ CAPITULO DIEZ:
DESDE EL MISMO momento en que el aire regresó a los pulmones de Hyunho, había anhelado la muerte no para los demás, sino para sí mismo quería que vieran cómo la vida se le escapaba de la cara, que oyeran el zumbido en sus oídos mientras las súplicas de clemencia cayeron en oídos sordos, como caerían sus rostros cuando comprendieran que él no se concedería tal cosa
No lo merecía, ni siquiera una pizca de simpatía sería desperdiciada en él mismo sólo para evitar sus sentimientos errantes. Sabía que era cruel, incluso mezquino, pero ella nunca podría prevalecer hasta que él limpiara la tierra de sus pecados
-Hyunho- suplicó Ha Rin -Déjame entrar
No podía... ¿cómo podría? Ella hizo que le doliera la cabeza y sus decisiones vacilaran no podía pensar con claridad cuando ella estaba cerca, no podía respirar
Sería mejor si no se preocupara por él, si se encogiera de miedo ante el sonido de su voz y apretara los puños al pensar en su nombre ella le dio una opción, algo que nunca antes le habían dado: arrodillarse o morir
Sabía que sería mejor arrodillarse porque al menos así tendría una oportunidad de vivir ¿Pero cómo no elegir la muerte cuando era todo lo que anhelaba?
(A menos que hubiera algo que quisiera más, alguien a quien quisiera más)
Abrió la puerta y la luz que se había filtrado en pequeñas dosis desde el medio de las pequeñas grietas pareció entrar en grandes ataques justo cuando el aire entraba en sus pulmones algo siniestro que parecía estar incrustado en su torrente sanguíneo se filtró cuando Ha Rin lo rodeó con sus brazos calor
Fue todo lo que pudo sentir cuando su cabeza se hundió en su pecho y la frustración y la ira que apretaban su columna comenzaron a aflojarse
El atractivo de la oscuridad era fatal, pero el atractivo de la calidez era peor aún, peor que cualquier cosa que Hyunho hubiera encontrado jamás le hizo sentirse mal, pero sus brazos sólo se apretaron alrededor de su cintura mientras le devolvía el abrazo
-Estamos bien- murmuró en su cabello respirando profundamente y entrecortadamente
-Estamos bien, Hyunho- Había lágrimas en sus ojos y él no sabía por qué
Fué confuso todo ello
-Nosotros- exhaló en respuesta
Ahora le parecía claro que estaban entrelazados un único hilo de vida parecía estar tejido en su carne y los conectaba entre sí
Hyunho nunca se había sentido nuevo para Ha Rin, nunca se había sentido extraño hubo una repentina sensación de deja vu que apareció ante los ojos de Rin, como si hubieran estado aquí antes, hace mucho tiempo la duplicidad de todo aquello la hacía sentir enferma, incluso indiferente sin embargo, aquí estaban, abrazados el uno al otro
Nada había tenido más sentido que esto y la claridad parecía ser cristalina fue entonces cuando Hyunho decidió arrodillarse.
