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Las luces azules y rojas la encandecian, las sirenas se escuchaban cada vez más fuerte pero ella no soltaba el acelerador de su motocicleta. Necesitaba huir de ellos porque sabía que no iban a creerle, no podían creerle que había hecho lo necesario para defenderse de los toques asquerosos de ese hombre sobre ella, no iban a entenderla e iban a juzgarla.
Sentía la adrenalina cada vez más sobre su garganta mientras entraba a un tunel oscuro y sin salida. Lo sabía, estaba muerta, iban a matarla por lo que había hecho.Se encogió cuando llegó al final del túnel y apareció una luz, y antes de siquiera poder darse cuenta había despertado.
Respiraba agitada, sujetandose de las sábanas con fuerza y miedo.
Miró la habitación en la que se encontraba, y no tardó mucho en recordar dónde estaba, sorprendiéndose al darse cuenta de que la habían dejado allí.Por lo menos el golpe que le había dado Valeria no le había apagado las neuronas.
La habitación era linda, con paredes de color blanco y ausencia de decoraciones. Notó que traía ropa limpia que no era para nada suya, y había un vaso de agua en la mesa junto a la cama.
Bebió todo el contenido casi desesperada, calmando su sed solo un poco. Todavía le dolía la cabeza pero su cuerpo ya estaba mucho mejor.
Se levantó de la cama y caminó por la habitación con sus pies descalzos hasta poder salir.—¿Hola?— murmuró al salir. —¿Hay alguien?
Ante el profundo silencio que había en esa casa comenzó a caminar por el pasillo hasta ver unas grandes escaleras. Bien, no era una casa nada humilde.
Bajó despacio y con cuidado de no caerse, mirando con atención toda la casa. Tenía decoraciones elegantes e incluso costosas, y se veía un lugar muy limpio.
—Despertaste.
Se giró asustada, viendo al hombre que había conocido el día anterior.
—E-Eh, sí... No sabía a dónde ir así que baje las escaleras.
—Está bien, ¿vamos a la cocina?— dijo, comenzando a caminar. Ella lo siguió sin dudarlo. — Valeria no está así que puedes quedarte un rato.
—Valeria...— susurró bajito.
Seguía un poco aturdida con toda la información que había recibido.
—Oh, despertaste, _______. ¿Cómo te sientes?— dijo Danna emocionada al verla entrar en la cocina.
—Estoy mejor...— susurró, y cuando intentó tocar su cabeza notó que su herida estaba cubierta por un vendaje.
—Ayer pude curarte, dormiste casi trece horas. Lograste preocupar hasta a Valeria.— dijo divertida.
—¿Ella se preocupó por mí?
—Así es.
—Nunca ví a mí hermana así, creo que se sintió culpable por casi romperte la cabeza.
—¿Casi?— dijo divertida y Danna rió.
—¿Qué quieres comer, _______? Siéntate.
—Agua está bien, solo eso quiero. Tengo mucha sed.
—Supuse que te habías deshidratado con todo ese calor y la pérdida de sangre.— dijo la colombiana, sirviendo agua fresca en un vaso para ella. —Dime, ________, ¿cuántos años tienes?
La muchacha bebió el líquido con rapidez antes de responder.
—Tengo veinticinco años.
—Oh, eres mayor que nosotros, ¿debemos tratarte de usted?
—¿Soy mayor que Valeria?— preguntó curiosa y Hugo negó.
—No, no. Eres mayor que nosotros dos, ella tiene treinta.
—Ah... Mirá vos... Se ve más joven, yo le daba unos veintisiete.
—¿Miraste a Valeria con tanta atención?— preguntó Hugo algo divertido, y las mejillas de la muchacha enrojecieron un poco.
—Puede ser...— dijo avergonzada. —Gracias por lo de ayer chicos.
—No hay de qué.— dijo él, recibiendo una mirada acusatoria de su novia. —Y lo siento por, ya sabes, haber permitido que Valeria te deje ahí.
—No pasa nada, ya está...Te perdono si me respondés una pregunta.
Hugo dudó, pero terminó asintiendo.
—¿Valeria es el sin nombre?
—¿Quién te crees que eres para exigirle algo?
Danna suspiró con fuerza ante su llegada. Valeria entraba a la cocina con una bolsa de compras en su mano, mirando con odio a la rubia.
—Buen día.— dijo con sarcasmo, y Valeria la miró directo a los ojos.
—Buen día, ya puedes irte de mí casa y no volver.
________ rió un poco.
—Sos mala, Valeria Garza...
La mujer frunció sus cejas, y para todos fue evidente como se acercó a ella, mirándola desde arriba con superioridad.
—No quieres saber que tan mala puedo ser contigo, lo de la otra noche no fue nada.— dijo intimidante. —Te he dicho que tenías que hacer para poder trabajar conmigo y no te veo muy interesada en irte.
—Me invitaron a comer.
—Y yo te invito a irte.
_________ sonrió, levantándose de la silla en la que estaba sentada. Sus rostros se pegaron incluso más, y sin importar demasiado la diferencia de altura la desafió con la mirada.
—Voy a hablar con vos cuando pueda hacerme cargo de Alfredo, y te vas a arrepentir de intimidarme así cuando estés atrás mío rogando por qué cumpla tus trabajos.
Valeria soltó una risa nasal.
—Créeme, tengo mucha más gente en la que confiar antes que en tí.
________ encaró una ceja. —Ah, bueno, entonces puedo hablar con Alfredo y aceptar su ofert-
Se vio obligada a callarse cuando la mano de Garza la tomó de sus mejillas con demasiada fuerza, obligándola a mirarla.
—Si te atreves a hacer algo así juro que te enviaré a tu país en bolsas.
La soltó con fuerza y salió de la cocina, dejando a una agitada _______ que comenzó a sonreír de a poco.
Era linda.
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A RAYITA LE GUSTAN LAS QUE TE TRATAN MAL (a mí también)Tengan lindo día!!
Una pregunta, todo bien con el fic? vi gente diciendo que no pueden abrir el capítulo dos y me preocupé, pero a su vez también hay comentarios recientes en ese capítulo entonces no se si es un problema mío o de las personas que no pueden leerlo.
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Rude | Valeria Garza
Fanfiction_______ buscaba sobrevivir siendo una extranjera en México, y había terminado trabajando como una sicaria. Su vida cambiaria al ver a Valeria, una mujer cruel y fría de la que se enamora al intante. A pesar de todo, ella estaba segura de que tenía...