Alessia
1.INICIO
Conduzco a una alta velocidad maldiciendo todo lo que hice para estar a salvo.
Maldito imbécil que me armó una emboscada
Reduzco la velocidad hasta detenerme frente a las rejas. Un guardia sale de la caseta, y levanta una mano antes de acercarse. Sus nudillos golpean suavemente la ventanilla,y la bajo.
—¿Identificación, por favor? — pide
Lo observo , tratando de recordar si alguna vez lo he visto antes. No, definitivamente es nuevo. Es joven, con una mandíbula fuerte y ojos que delatan su seriedad, quizá incluso nerviosismo. Sin decir palabra, me inclino hacia el retrovisor, ajustando ligeramente mi cabello y colocando los lentes en la cabeza.
—Créeme, no hace falta
Frunce el ceño ligeramente, sus ojos mostrando una chispa de duda. Sé que está haciendo su trabajo, sé que debe seguir el protocolo, pero también sabe que yo no necesito identificación para entrar a mi hogar.
—Lo siento, señorita, pero tengo órdenes de pedir identificación a todos los que entren —insiste, y odio eso. «¿Qué le cuesta entender las cosas?»
Suspiro, sentándome un poco más derecha en el asiento. Sé que, como es nuevo, está decidido a seguir las reglas al pie de la letra, pero no tengo tiempo ni paciencia para esto.
—Mira — bajo un poco la voz — ¿Crees que la hija del presidente necesita identificación para entrar a su hogar?— pregunto.
Por un momento vacila, sus ojos encontrándose con los míos. Puedo ver el conflicto en su rostro.
—Lo siento yo no..
—Deja de perder el tiempo con disculpas y ábreme la maldita reja —le interumpo y le ordeno, al darme cuenta que al fin sus neuronas hicieron sinapsis
Su rostro palidece un poco.
—Por supuesto, señorita —da un paso atrás y levanta una mano para indicarle a su compañero en la caseta que abra las rejas—. Disculpe las molestias.
—No te preocupes — finjo compresión —. Sólo asegúrate de recordar mi rostro la próxima vez.
Quiere decirme algo, pero no lo dejo, y solo arranco mi coche, pasando las rejas al fin abiertas. Paso por la entrada, percatándome que remodelaron por tercera vez el jardín , aparco el coche frente a la escalinata principal y apago el motor.
Salgo del coche aventando las llaves al guardia que está al inicio de las escaleras. Las atrapa en el aire sin esfuerzo, claramente acostumbrado a mi rutina. Subo los escalones, quedando quieta en la puerta y coloco mis dedos en la cerradura principal para que se abra.
El mecanismo se activa con un suave clic, y la puerta se desliza hacia adentro, revelando el interior familiar de la mansión.
—Es un gusto volver a verla, señorita Alessia —su saludo me causa un pequeño susto y al verlo me doy cuenta que al fin regrese a este circo.
—Guárdalo — me quito el saco, dejándolo caer en su brazo extendido, quedando solo con el vestido corto —. ¿Dónde está mi padre?
—El señor presidente está en el despacho, con su hermana y un invitado — señala el lugar.
Asiento entendiendo su mensaje para dirigirme al salón sin apuro. El viaje de supervisión en la capital ha sido agotador, y la idea de sumergirme en más formalidades no me resulta nada atractiva en ese momento. Dejo caer mi cuerpo en el sofá, cruzando las piernas mientras me acomodo en el mullido cojín.

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INSACIABLE +21
عاطفيةLos Windsor son el pilar de Valdivia, una familia que todos admiran, pero que pocos conocen realmente. Bajo el brillo de sus títulos y logros, se esconden cicatrices de traiciones, sangre y alianzas prohibidas. Alessia Windsor no es solo la segunda...