PRÓLOGO

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La mente se nubla debido a la sed de venganza, pequeños cristales brotan de los poros del cuerpo, el espacio suplica derramamiento de sangre. Derecha, abajo, corre, se mas veloz, salta, tres metros a tu izquierda, esquiva los ataques de tu enemigo, él no dudara en asesinarte ¿dudaras tú? Pero ya es muy tarde, muy tarde... Algo penetra la carne y casi se puede saborear el dolor agudo de una herida profunda, la sangre chorrea lentamente, parece que se burla de tu situacion y con ello la vida se escapa poco a poco como agua por las manos, el espacio se complace ¿es realmente asi como todo terminara? Probablemente se termino aquel dia, solo preferi ignorarlo, si nuestra historia iba a acabar de esta forma entonces para que comenzar a escribirla...


Creo que... Me arrepiento de haberte conocido.

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