I

24 1 0
                                    

Siempre creí que la vida te da patadas hasta que logres entender que está bien y que está mal, pero yo nunca hago caso, me gusta el dolor, tal vez soy muy masoquista, es biológico.

6 am.

El despertador comenzó a sonar, quién me mandó a quedarme viendo series hasta tan tarde. Señor, me haz elegido como tú mejor guerrera hoy, tal vez si duermo cinco minutos más estaré preparada para tantas clases.

7:30 am

-CARAJO- salté de la cama al ver la hora. -ERAN CINCO MINUTOS, NO UNA HORA Y MEDIA-

Me había vestido lo más rápido posible, agarré mi mochila, los libros y salí corriendo, ¿por qué el primer día?, iba esquivando a los chicos, estaba llegando tardísimo, y para mí mala suerte choqué con el.

-CARAJO, FIJATE POR DONDE VAS- había gritado cayéndome al suelo 

-Tú me chocaste- dijo dándose la vuelta -Ven te ayudo- extendió su mano.

Carajo la sonrisa más linda del mundo tenía, esa mirada, sus labios, era realmente un hombre muy hermoso.

-Disculpa, errores de nueva- sonreí agarrando su mano.

-Eres nueva?- preguntó confundido -a esta altura del año?

-gajes del oficio de mí padre- dije sacudiéndome la ropa -Soy __, __ Grindelwald-

se quedó unos segundos mirándome, como si estuviera analizando cada facción mía.

-Un gusto __, soy Theodore Nott- dijo riendo -que clase tienes ahora?-

-Defensa contra la artes oscuras, con el profesor Riddle puede ser?-

-Sisi, estamos juntos- sonrió -ven vamos-

el trayecto hasta el salón era divertido, tal vez en ese momento lo había considerado un amigo, pero estuve equivocada. Recuerdo que habíamos entrado al salón y nos sentamos delante de todo. 

Recuerdo al profesor Riddle, hombre hermoso, tal vez de metro ochenta y cinco, olía a perfume caro, cada facción de el era mejor que la anterior, desde el primer momento que lo ví supe que era con el, lo quería a el, suena muy egoísta pero dentro de poco van a saber porqué.

-Señorita __ Grindelwald, no?- exclamó Riddle

-Exactamente profesor- sonreí 

-Veo que tú y el joven Nott ya se conocen- dijo un tanto enojado -Nott, porfavor ayuda a __ para que se ponga al corriente-

-Si profesor-

La clase había sido entretenida, o tal vez pensé eso porque Riddle era lindo, al momento de finalizar la clase, todos comenzamos a guardar nuestras cosas.

-Señorita __ puede quedarse un momento?- 

"DIOS QUE HICE AHORA" fue lo que resonó en mí cabeza.

-Si profesor Riddle- me quedé ahí esperando a que todos se vayan.

-Estuve hablando con su padre, por qué quiere seguir en Hogwarts ya siendo mayor?- se levantó de su asiento y se acercó a mí.

-Se que la biblioteca tiene libros sobre magia ancestral, estaba interesada en esos libros, además que en mi prontuario aparezca que estudié aquí es de status- dije riéndome.

-Así que... seguirás el camino de tú padre?- sonrió 

DIOS COMO ME CALENTABA ESA SONRISA

-Así es...- lo miré a los ojos y luego a los labios -tal vez siga tú camino Riddle-

-Disculpa?-

-NO, pensé en voz alta, lo siento tanto- dije tapándome la cara.

recuerdo que el se acercó y tomó mis manos.

-No te preocupes niña- me miró y sonrió.

mi cabeza hizo click HABÍA MIRADO MIS LABIOS, ES MUCHO PARA EL PRIMER DÍA, SERÁ PORQUE QUIERE LLEGAR A MÍ PADRE? que maldito idiota, lo odio.

A lo largo de mí vida tuve más experiencias malas que buenas en el amor, y en ese momento pensé que sería diferente, tal vez y en un principio pensé que mi final iba a ser con Nott, pero la vida tiene vueltas raras, muy raras.

Había llegado a mí habitación y comencé a maldecir, había dejado mi celular en el salón, debía ir a buscarlo. Emprendí una hermosa y tortuosa travesía hasta el salón, llegué y entré despacio, para no hacer tanto ruido ya que en ese colegio de  mil años maso menos no eran capaces de arreglar las puertas. Parecía que iba a robar, y en realidad iba en busca de mi teléfono. Recuerdo que todo iba bien hasta que agarré mí teléfono y sentí una varita en mí espalda.

-Porfavor no me mates, no hice nada, si mi padre se entera me va sacar el dinero que me da mensual- dije llorando.

-ah eras tú, que haces aquí?- preguntó Tom

-CARAJO TOM ME ASUSTAS...- grité, acto seguido el tapo mi boca con su mano

-No grites- 

-Ay profesor, vas a hacer que mal interprete las cosas- sonreí

-Qué?- arqueó la ceja

-Creo que debería irme- me aleje de el y salí corriendo del salón.

por qué dije eso? que idiota. encendí teléfono y había llegado un mensaje de un desconocido.

-Espero que tengas una buena noche preciosa- escribió el desconocido.

-¿quién eres?- no recordaba haber dado mí número

-Tom Riddle-

-CÓMO? QUIÉN TE DIÓ MI NÚMERO?-

-Es mejor que vayas a dormir es muy tarde-

maldito idiota, me había robado el teléfono y había anotado su número. En ese momento no entendía todo lo que había pasado, se que el y mi padre se conocen, gracias a Tom entré al colegio, pero siempre ví que su mirada hacia mí tenía otras intenciones, no es algo que me molestara, es más el me gustaba por eso lo molestaba tanto. Si tan solo me hubiera dado cuenta de las cosas antes de tiempo, todo hubiera sido diferente. 

Extraña obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora