Exigencia

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A mí, por el contrario, siento que me cuesta crecer, que todo lo que me rodea me desencaja y me altera. Y lo peor, es qué sé por qué es. Porque soy muy exigente conmigo misma, porque mi cabeza piensa en perfección tras perfección, y me afecta.

Me pasa algo buenísimo pero no lo termino de disfrutar porque ya me estoy exigiendo con que me podría haber salido mejor. Siempre hay como un martillo en mi cabeza que nunca está conforme y me dice: "tampoco es la gran cosa", "¿Eso nada más?". Y yo, en vez de gozar los objetivos que me propuse y alcancé, nunca termino de estar feliz con mis logros. Y me exijo, me exijo, me exijo... me cansé de mí misma. Necesito vivir... solamente vivir, dejar de exigirme tanto, y aceptar que esto que me está pasando, puede ser perfecto, aún con lo imperfecto que pueda ser...

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