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Universidad

Era muy temprano en la mañana. Para ser exactos, eran las 5:30 a.m.

Como la cuestionable persona que claramente eres, te lamentas no haber disfrutado de mejor manera tus vacaciones de verano, pues para ti lo único que hiciste fue dormir y sobre pensar durante las noches causando varios sentimientos que probablemente terminarían en visitas al psicólogo.

De todas formas, no te podías quejar del todo. La mayoría de tus compañeros y amigos se quejaban de que no dormían lo suficiente o simplemente no lo hacían. Eso te hacía sentir levemente mejor.

Entonces, ahí te encuentras. Cuestionando toda tu miserable existencia mientras observas somnolienta el reloj despertador que aún observas.

-Ugh...- Haces un pequeño quejido y te estiras para comenzar el día

Decides finalmente levantarte de la cama e ir a desayunar. Tu desayuno favorito, por supuesto

Mientras desayunas una notificación llama tu atención. Era Aradir. La notificación decía:

¡Qué tal ___! Soy yo, Aradir. ¿Ya despertaste?

Incluso sus mensajes eran bastante alegres, podías imaginar su alegre voz diciéndote lo de la notificación, lo que soltó una pequeña risa de tu boca.

Rápidamente, decides responder:

-Sí, de hecho ya desperté. ¿Cómo estás?

Aunque tu monótona actitud no lo demuestre, sí que le tienes un gran aprecio a Aradir. Sólo que... Nunca has sabido cómo expresarlo correctamente. Debido a tu vaga experiencia con parejas, sabías que varios de ellos o ellas se alejaban cuando mostrarás tus mas sinceras fantasías... Eres algo intensa.

Pero con Aradir las cosas cambiaban. El nunca se alejó de ti, aunque no se pueda comparar con otros ya que lo sigues viendo como un amigo, le habías expresado ese sentimiento de aprecio que le tenías, y no pareció ser un problema.

Después de un rato, Aradir vuelve a contestar:

-¡Yo bien! ¿Qué tal tú? Gracias por preguntar.
-¿Estás lista para ir a la universidad? Será genial, te lo prometo. Podremos estar juntos si lo prefieres

Justo habías terminado de desayunar y saliste de tu casa. Apenas viste el mensaje y Aradir ya estaba afuera esperando para irse

-¡Hola! Lo siento, es que no quería ir solo... Jeje...- Dijo con una risa nerviosa, que de cierta manera te pareció adorable.

-No pasa nada- Respondiste -¿Nos vamos? Preguntaste tomando su mano. No lo veías como un gesto romántico. Sólo algo amistoso.

Después de eso, el asintió. Empezando a caminar contigo...

-Nota

Hola de nuevo, soy yo, Fer. Me dio hueva escribir más jajaja. Me despido, chau.

¿Qué es esto? -AradirxFemReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora