En este universo alternativo, Azmuth creador del omnitrix no logro su objetivo a la perfección, creo la espada mas poderosa mas tarde de lo esperado y por lo tanto la creación del omnitrix tambien fue mas tardado, sumado a ello Vilgax interfirió ant...
El camper avanzaba por una enorme carretera, el desierto y el calor volvían todo aburrido. Los Tennyson habían bajado para reponer gasolina. Ben y Gwen aprovecharon para ver qué helados comprar, pero mientras elegían, unos criminales se hicieron presentes. El abuelo intentaba retirar plata cuando uno de los criminales le dijo: "¡Apártate, abuelo, tengo muchas cosas que hacer!". Amarró la máquina a un gancho encadenado y su cómplice jalo con un carro, abriendo la caja y mostrando el dinero.
Cuando un grito junto a una luz verde se hizo presente en el lugar, el criminal cerca de la caja volteó solo para toparse con una enorme tortuga bípeda con la piel blindada y su caparazón denotaba cristales que parecían diamantes, se trataba de Tortublindaje.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Lo siento, pero su comportamiento es inaceptable — exclamó, tomando la puerta del auto y al conductor del hombro y arrojándolo contra un poste. Luego se acercó a quien había enganchado la máquina, quien intentó arrojarle el gancho con cadena en un intento nulo, teniendo en cuenta que hablamos de un alienígena blindado.
— Ben trabajo —dijo el abuelo Max.
— Un gusto ayudar a los Tennyson.
— Hola, Tortublindaje —exclamó Gwen acercándose.
— Gwen, qué gusto verte —esbozó una sonrisa el alienígena.
—Ahora podemos continuar —dijo el abuelo Max—, debemos llegar a tiempo donde la tía Vera.
Así, el viaje continuó, el camper avanzó por el desierto. Ben tenía una bolsa de hielo en la cabeza, y el abuelo Max se concentraba en conducir.
—Esto será muy aburrido, su idea de diversión tal vez sea ver el pasto crecer —dijo Ben levantándose y quitándose la bolsa de hielo de la frente cuando vio por la ventana del camper cómo un anciano daba una pirueta hacia atrás para bajar del techo de una de las casas —Wow, ¿viste eso? — exclamo Ben
—¿Ver qué? —contestó Gwen —Ese reloj ya debe estarle haciendo daño a tu cerebro.
Cuando bajaron del camper, sintieron el calor del sol golpear su piel. Fue entonces que Ben observó cómo el vecino de al lado denotó un comportamiento extraño con una mirada amenazadora —Ese sí que es una bienvenida —comentó el pelicastaño y de repente en su mente un eco dijo – Transfórmate- desesperadamente, era el reloj —qué te pasa? —dijo Ben —solo son ancianos, tal vez me estás volviendo loco.
—¿Por qué a los ancianos les gusta tanto el calor? —exclamó Ben justo en ese momento recibió una ráfaga de agua de la pistola de Gwen en forma de burla.
La tía Vera salió de su casa a darles la bienvenida.
—Cuiden sus mejillas, les gusta apretarlas —exclamó el abuelo Max —Vera —dijo el abuelo acercándose a abrazarla.
