Si él tuviera que describir al insoportable de Kim Taehyung, escribiría con letras grandes: 'Parece un algodón de azúcar incomible; cual payaso', porque realmente lo parecía con ese cabello rosa sandía y sus ropas afelpadas de tonos blanquecinos que siempre usaba. Suéteres fluflys en su mayoría. No le sorprendería si algún día llevara falda.
Pero la razón de abominar al chico no nace desde su aspecto: si no de su comportamiento y personalidad.
Era demasiado afable para su entendimiento. Sonriendo para todos y disponible para el que necesitara su ayuda.Era una persona que le costaba entender.
Sabe que su odio es injustificable, pero después de un tiempo, Kim Taehyung le da las razones suficientes para dejar de serlo.
Jungkook mismo era el antónimo de Taehyung dentro del salón, con su actitud tosca, prendas con calacas ilustradas y bandas de rock; pantalones rasgados, converse o botas negras y pañoletas rojas atadas a su pantalón. Los piercings sobre su rostro le daban el toque final para ser intimidante. No había necesidad de decirle a nadie 'no te me acerques'.
En cambio, la presencia de Taehyung es escandalosa y su personalidad es de encanto para todos. Parecía gritar a lo lejos: "Soy tu hada madrina, pide un deseo".
Y no tendría que ser problema porque prefirió ignorarlo desde el primer día, pero no sabe qué hizo mal para que todo le saliera al revés.
—¿Cansado? —preguntó Taehyung aun cuando le dio una cara de mil demonios.
Jungkook le viró los ojos.
—Vete.
Taehyung ignoró lo que dijo, acostumbrado. Extendió una mano hacia su rostro, queriéndolo tocar, pero Jungkook retrocedió molesto.
—Aleja tus manos de mí.
La orden es clara, pero como siempre, Taehyung es un insistente.
—¿Y cuántas veces te he obedecido a ti? —el otro contradijo, alzándole una ceja, divertido.
Jungkook calló aunque se estuviera muriendo de odio por dentro.
Taehyung continuó con lo que quería hacer, encantándole la expresión de impotencia del pelinegro.
—Son nuevos. —comentó hacia los aretes de su nueva perforación, tocando las argollas y apenas el lóbulo con su escuálido dedo. Era demasiada intromisión a su espacio personal.
Insistió en que se apartara, pero solo lograba incentivarle una sonrisa de victoria que tanto le sacaba de quicio.
Y Taehyung quien estaba acostumbrado a la actitud arisca de Jungkook, el tono de voz gruñón que empleaba sobre él no le hacía ningún efecto.
—Siempre pienso que te vez adorable cuando me miras así. Me encanta.
Jungkook arrugó la frente, ¿por qué no simplemente lo dejaba en paz?
El acercamiento que tienen ahora lo asfixia porque Taehyung está siendo insistente. Pese a que han tenido más interacciones en contra de su voluntad, esta rebasa a todas y le es más que detestable y nauseabundo.
Su pico de paciencia es insostenible cuando siente dedos acariciándole toda la oreja. Bastardo.
Chasqueó la lengua y no dejó que el otro reaccionara. Pronto, lo tenía agarrado fuertemente de la mandíbula.
Todos los demás dentro del salón, miraron desconcertados.
—No te confundas, Taehyung. No soy alguien violento, pero has tocado los botones correctos desde el primer día —Lo soltó —. Piérdete e ignórame de una maldita vez. —Paso seguido, se levantó del pupitre y salió del salón.
Taehyung se quedó sobando su quijada sin dejar de sonreír. Jungkook era bastante terco, pero él lo era más.
+Bienvenidos a un nuevo fanfic.
+Sé que el título de esta obra es de muy wtf, pero tengo mis razones.
+Espero que disfruten leyendo tanto como yo lo hago escribiendo.
+Hasta ahora es la obra que más me gusta de mí.
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Cotton Candy Cake | Versátil
FanfictionJeon Jungkook, un ser antipático y poco tolerante, tiene una aversión por su antónimo, Kim Taehyung, el chico con aspecto delicado y de personalidad encantadora. Jungkook no sabe como quitárselo de encima y Taehyung no sabe como acercarse a él. ¿Qui...