¿Se te cayó algo?

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Me veo en el espejo, veo una joven fuerte, muy guapa segura de sí misma. Nunca antes me había arreglado tanto, Cristopher me pidió que me vistiera formal. ¿Será que me llevara a algún restaurante caro? No tengo idea y el no saber me emociona. Respira Ariadna cálmate. Quedé de verme con él a las 8 en mi entrada, son apenas las 6,¿Por qué me arregle tan temprano? Da igual. Salgo de mi cuarto y me siento en la sala a tomarme una foto con mi celular ya que me gusta mucho como me veo así vestida. Sale mi mamá y me mira de reojo.

-¿A dónde vas?- voltea completamente y me mira fijamente- ¡Que guapa!- dice mientras me ve de pies a cabeza y lo primero que dice es

- Vas con Cristopher ¿no?- me le quedo viendo y suelto una risita

Me abraza y me dice que me divierta y regresa a hacer lo que sea que estuviera haciendo, atender la tienda la esta volviendo loca pero gracias a Dios hoy viernes en la noche pudo cerrar temprano y descansar después de una larga semana de atender a sus clientes diario.

Volteo al reloj y veo que ya son 7:20 así que salgo de una vez a la entrada de mi casa a esperar.

Abro la puerta y piso un sobre, tiene algo grueso adentro. Seguro otra revista de adivinación o de brujas como le gustan a mi mamá. ¿Qué habría opinado mi papá de que mi mamá leyera esto si no nos hubiera dejado? Es igual, la dejo en la entrada y bajo los escalones a la calle donde me siento tratando de no arrugar mi vestido. Al cabo de unos 10 minutos el ya esta aquí.

-Hola- dice él muy cortante mientras se baja de su coche- hay un problema...

-¿Qué pasa?- pregunto preocupada, ¿Estará enojado? Me toma de la mano y me mira a los ojos y me susurra:

-El único problema es que vestida así tendré que decirte princesa- me dice y me pone una mano en el cachete. Me abre la puerta del coche y nos vamos a donde sea que el se disponga a llevarme. Llegamos al lugar un bonito restaurante que tiene una parte que da a la playa y donde se ve el atardecer, vaya vista la que hay aquí uno de los pocos lugares donde uno puede cenar al exterior y no en la típica construcción griega. Él me ayuda a bajar y nos llevan a nuestra mesa que para mi suerte está en la parte exterior del restaurante. Nos sentamos y nos traen la carta. Yo ordeno una pasta a la carbonara y el pide una lasagna de espinaca.

-Que bella noche- digo en tono seductor mientras él me ve fijamente a los ojos

-La mejor querrás decir- me responde mientras se llevan nuestros platos. Nos traen la carta de postres y yo me distraigo muy fácilmente en ella, volteo a preguntarle algo y ya no está. Me paro a ver que pasa esta incado en le suelo.

-¿Se te cayó algo?- digo y el me voltea a ver

-Haz que estos 5 años se vuelvan toda la vida- me responde enseñando en sus manos un anillo...

Que inocencia la mía, nunca se me hubiera ocurrido, empiezo a sudar de la emoción y se acelera mi corazón. Es tanta mi emoción que de mi boca no sale ni una palabra y me lanzo a abrazarlo.

La gente de todo el restaurante empieza a aplaudirnos y entre varias mesas empiezan a gritar

-¡Beso!¡Beso!- no es necesario que lo repitan dos veces, el me toma de la mano, me da una vuelta y me deja caer ligeramente atrapándome con una mano quedando yo algo inclinada y me besa, ya decía yo que esta noche era para recordar.

De la emoción se me pasa el tiempo volando y nos dan las 12 en el restaurante así que me va a dejar a mi casa. Nunca había sentido tanta emoción en mi vida y me cuesta despedirme de él y soltar su mano. Bajo del coche, abro la puerta...

-¿¡Dónde estab...- grita mi mamá pero ve mi anillo y cambia de parecer.-¡Felicidades!- me abraza y le cuento todo.

Mi Última Noche en Grecia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora