capitulo 22.

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Avanzamos hasta.... un campo de trigo... un campo de trigo con persona recogiendo trigo...

Que es esto? -pregunte confundido-

Los campos del castigo... aquí mandan a las almas malas... -dijo grover con simplesa-

No sé ve tan mal -dije con simpleza-

Lo es si te dejan aquí por los siguientes mil millones de años -dijo annabeth con seriedad-

Seguimos avanzando... algunos de los espectros se nos acercaron en intentaron hablar... pero sólo oíamos alaridos inentendibles... la mayoría se alejaban pues gladiola comenzaba a ladrarles

Uno de una mujer se le acercó a annabeth y ella pareció entenderlo.

Lo siento... no sé nada -dijo ella con simpleza-

La mujer se alejó soltando alaridos de tristeza.

Que te dijo? -pregunto grover pues yo también quería saber-

Esta buscando a su hermano... dice que se separaron cuando llegaron al inframundo -dijo ella con simpleza- 

Seguimos caminando por el lugar hasta llegar al final de este... siendo una puerta metálica de jardín muy grande... que por suerte estaba abierta de par en par.

Como es que ninguno se escapó ahora? -pregunto refiriéndome a las almas-

Si fuera así de fácil ya lo habrían echo -dijo annabeth con seriedad-

Salimos de los campos de castigo.... y lo vimos....

Un gigantes castigo de ladrillos negros... en la cima de este volaban dos figuras aladas... eran... personas? Con alas...?

Avanzamos un poco más... entrando en un.... jardín las dianas se envolvían en pedazos de metal oxidados... que a ma par tenían granadas grandes en ellos...

No coman nada... si comen comida del inframundo ya no podrán salir... -dijo annabeth con seriedad-

Tuve que evitar el deseo de tomar una grande y jugosa al lado mío.

Finalmente llegamos a la puerta del lugar... habia dos esqueletos en uniformes de la segunda guerra mundial al lado de esta.... inmóviles como estatuas...

Son los guardias? -pregunto grover inseguro-

Si haces actúas con agresividad si -dijo annabeth con simpleza-

La puerta se abrió sola de par en par... como por arte de magia y hay estába.... sentado en un torno negro... hades dios de los muertos rey del inframundo...

Llevaba una túnica negra... que parecía tener caras de sufrimiento en ellas... pésima decisión de moda... su rostro... era como si tomaras a todos los malos de las películas de los 80 y los continuarás en uno... tenia un pelo largo que le llegaba a los hombros... no le vendría mal un corte...

Nos miraba... de la forma que yo miraría a un bicho aplastado... con asco y algo de lástima...

Annabeth fue la primera en hablar.

Hola padre... -saludo ella-

Hades se mantuvo callado luego habló.

Bienvenida hija... sabia que habían mandado a tres semidioses en busca del Rayo... no esperaba que fueras uno... -dijo hades con seriedad-
A que han venido aquí?

Señor hades -dije lo más respetuoso posible- le pido por favor... devuelva el rayo a zeus... así evitaremos la guerra...

Hades also una ceja en silencio.

Discúlpa? -pregunto como si no entendiera- crees que...? yo! tengo el rayo!? -pregunto alzando la voz-

...no es así? -dijo grover preocupado abrazando a gladiola- la muerte es... buena para usted no?

Hades soltó un alarido de cansancio que podría tirar un bosque... ya veo de dónde lo saco annabeth...

La muerte no es buena para nadie... para los dioses mucho... para algunos no... -dijo hades con molestia- si hubiera más muertos estaría hasta el cuello con papeleo abriendo nuevas sucursales... y quien sabe que más...

Entonces... no robo el rayo...? -pregunte dudoso-

Obvio no! ignorante! -grito enojado luego miro a annabeth- hija... te dejaré ir de aquí... con tus mascotas... pero el... -dijo apuntando su pálido dedo a mi- se quedara y devolverá lo que me robó...

También.... te robaron? -dijo annabeth confundido- pero... que...?

Hades apuntó a su cabeza... como si fuera...

Tu casco... no lo tienes... -dijo annabeth seria- como?!

Pregúntale a tu amigo... -dijo viéndome fijo-

Yo no lo tengo! -grite enojado- no soy un ladrón!

Hades se mantuvo callado y entrecerro los ojos.

Entonces que traes en la mochila? -pregunto serio-

La mochila... la mochila que me dio ares...

Quite con cuidado la mochila de mi espada y la abri... dentro había... un cilindro brillante de metal que brillaba con celeste intenso...

Ares... -mire a annabeth- la mochila que me dio ares...

Los ojos de annabeth se abrieron de par en par procesando todo... luego miro a su padre.

Padre... esto es un malentendido... si nos dejas ir te prometo- -la interrumpio-

No puedo hacer eso.... denme el casco... ahora... -dijo serio-

Annabeth comenzó a temblar del miedo... y sacó de su bolsillo una de las perlas que nos dio antes... la imitamos rápidamente...

Ah las perlas sí.... pero... solo hay tres o no... -clavo su vista en mi- que hay de tu madre...? como saldrá ella...?

Percy no lo escuches! -me gritó annabeth- tu madre estará bien... créeme... -dijo annabeth segura-

La mire y ella me miro devuelta... con una expresión seria  seria que no parecía que dejaría su cara en ningún momento.

Créeme -dijo con seguridad-

Apreté la perla en mi mano... luego la tire al piso y la pise.
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