Reescribiendo las estrellas

Capítulo XIV

POV: Martin

Había sonado el timbre y eso quería decir que habían abierto las habitaciones. Rus, Kiki y yo decidimos ir a acostarnos porque había sido un día muy intenso y necesitábamos descansar. No podía parar de darle vueltas a la respuesta de Juanjo cuando Naiara nos preguntó sobre nuestra orientación sexual. Mi teoría estaba confirmada, Juanjo era heterosexual y yo no tenía ninguna posibilidad. Las chicas no me habían dejado solo en ningún momento y se lo agradecería eternamente porque gracias a ellas desconectaba de todo lo relacionado con la academia.

Los tres estábamos hablando de cómo habían ido los ensayos y del vestuario que nos iban a poner para la gala. A Ruslana le iban a poner un top azul con la espalda descubierta y un pantalón ancho blanco, a Kiki habían decidido darle un vestido de flores verde con botas blancas y a mí me habían dicho que me iban a poner una camisa violeta con un pantalón negro ancho. No sabía cómo me iba a quedar pero confiaba en las chicas de vestuario y sabía que si no me gustaba podría cambiar mi elección.

- Me han dicho que me van a pintar los ojos de azul para que resalte con el top, es la primera vez que me pinto los ojos de ese color, estoy un poco ansiosa por ver el resultado.

- Te van a quedar genial Rus, a ti todo te queda bien. Yo estoy deseando ponerme las botas blancas para ver cómo me quedan.

- Pues yo la verdad es que he pedido que me corten el pelo.

- Amor, ¿cómo te vas a cortar el pelo?, tienes un pelo precioso.

- Les he pedido que me lo recorten un poco pero que no me lo toquen mucho porque me gusta como lo tengo ahora. A lo mejor me hago el mullet pero no estoy seguro.

- El mullet a ti te quedaría genial amor, estarías guapísimo con ese corte de pelo.

- You are going to be very handsome, Martin! Te va a quedar genial.

- Gracias por halagarme siempre chicas, sois las mejores.

- Marruski siempre!

- Marruski forever!

Nos dimos un abrazo muy fuerte que simbolizaba todo el cariño que nos teníamos cada uno de nosotros; las había conocido hace poco pero me habían aportado más de lo que me había aportado mucha gente en años.

Nos despedimos para ir cada uno a su cama y nos fundimos de nuevo en un tierno abrazo.

- Buenas noches Rus, buenas noches Kiki.

- Buenas noches chicos!

- Good night besties!

POV: Juanjo

Estaba muy nervioso porque se habían apagado las luces y debíamos dirigirnos todos a la cama para descansar. Me despedí de Nai con un beso y un abrazo y me dijo varias veces que no fuese un cobarde y le dijese la verdad a Martin.

Cuando llegamos a la habitación Martin estaba hablando con Chiara y Ruslana y yo me fui directo a mi cama esperando a que ellas dos se fuesen a dormir. Cuando sólo se oían respiraciones decidí dar el paso y dirigirme a la cama de Martin.

Antes de despertarlo me quedé mirándolo durante diez minutos, verle relajado, sin presión y con los ojos cerrados era como estar en el paraíso. No tenía esa cara de pena que tenía cuando me miraba a los ojos, no tenía lágrimas en los ojos, estaba durmiendo profundamente. Tenía una cara preciosa y yo ya no podía ocultar más todo lo que sentía por él.

- Martin - le toqué el brazo intentando llamar su atención.

- ...

- Martin, Martin, Martin - susurré su nombre tres veces a ver si conseguía despertarlo pero estaba durmiendo profundamente.

- ¿Qué quieres? Déjame dormir un poco más Kiki - me dio la espalda y se tapó por completo con las mantas

- No soy Kiki, soy Juanjo.

Al escuchar mi voz se dio la vuelta y abrió los ojos. Se me quedó mirando extrañado durante cinco minutos, yo no era capaz de mantenerle la mirada así que la aparté y esperé hasta que me habló de nuevo.

- ¿Qué quieres Juanjo? ¿Te molesta que duerma? ¿Quieres que no duerma para que lo haga mal y me echen?

- Martin no sé como decirte esto pero es algo muy importante.

- No te voy a juzgar así que hazlo ya. ¿Te gusta Naiara y no te atreves a decírselo?

- No, no es nada de eso, de hecho, es todo lo contrario. Nai es sólo una amiga, es como una hermana para mí.

- ¿Entonces qué quieres?

- ¿Me dejas hablar y te lo explico?

- Si, pero habla rápido, estoy muy cansado y puedo quedarme dormido en cualquier momento.

No pude evitar soltar una pequeña risa porque ni en esos momentos podía evitar ser gracioso. A Martin también le hizo gracia porque soltó una disimulada risa en la que no pude evitar fijarme en sus ojos que se hicieron diminutos al reírse y sus hoyuelos, en los que nunca había reparado pero que tan tiernos me parecían.

- Ahora quiero que me escuches y no me interrumpas en ningún momento. Si quieres decir algo lo dices al final.

Si le hubiesen dicho al Juanjo de hace un mes que iba a estar pasando por este momento en la academia se habría reído y hubiese dicho que eso nunca iba a pasar. Pero había llegado el momento y estaba asustado por la reacción de Martin, si Martin lo ignoraba no sabía qué iba a hacer. Tendría que verle la cara todos los días y le daría mucha vergüenza pasar por eso.