Después de estar cinco años fuera de casa Kim Taehyung regresa rendido a su cuidad natal después de que sus sueños de convertirse en un famoso artista y pintor fueran aplastados violentamente contra el pavimento de las calles de Paris. Taehuyng creía que Busan era mortalmente aburrido en comparación a Paris, pero jamas lo admitiría en voz alta ya que eso le da demasiado crédito a Paris, la cuidad del amor, la ciudad de las artes, la cuidad de las oportunidades, bla bla bla. Oportunidades para todos menos para mí, pensó Kim.
Cuando tenia 18 años tuvo la estupida idea de que podía convertirse en un artista reconocido en Europa, Taehyung se trago todas las alabanzas de su taller de pintura y el éxito de sus cuadros en el mercado local hizo que las ideas de ir a perseguir su arte se le subieran a la cabeza. El creía que era el mejor sin comparación así que se largo a Paris en busca de un sueño que sus padres no apoyaron. Idiota e iluso. El rubio nunca había vivido en el mundo real por su propia cuenta, eran una familia muy unida y siempre tuvo a sus padres y a su hermano para cualquier cosa que el necesitara por lo que llegar solo a una cuidad sin dinero ni nadie que conociera, lo hizo querer volviendo llorando a casa.
Pues contra todo pronostico Taehyung se las arreglo para vivir un par de años fuera aun que lo máximo que pudo lograr fue limpiar un par de piezas en algunos museos pequeños de la cuidad, insignificante cuando el pensaba que sus obras estarían colgadas en el Louvre. Cuando finalmente abrió los ojos y se dio cuenta que si se quedaba ahí seria solo un chico limpiando penes de estatuas para toda la vida, siempre recordando su sueño frustrado. Así que Kim Taehyung volvió a casa, a la señora Kim casi le dio un infarto al ver el cabello moreno de Tae teñido de un rubio ceniza y que ahora tenia aretes en las orejas, a su padre no le importo mucho.
Así que así estaba Taehyung, un chico fracasado, sin estudios, sin dinero y con mucho tiempo libre.
Kim Joona, la madre de Tae, lo convenció para llenar algunas solicitudes a algunas universidades a las que el rubio no tenia ninguna intención de ir, todo esto para luego gritarle que saliera de ese hoyo de autocompasión en el que se estaba metiendo. Aun era joven y tenia toda una vida por delante, palabras de la señora Kim, no las de Taehyung. Nada había servido mucho para animar al chico por lo que una semana después decidió que ya era hora de levantarse de la cama y un paseo a sacar a su perro podría ser bueno para su animo, aun que mas bien fue el Señor Kim quien lo obligó a sacar Soonshim.
Con la correa en mano Taehyung dio un silbido solo para que un enorme perro blanco corriera hacia el tirándolo al suelo. Soonshim era un Husky adulto y había sido el perro de la familia desde que Tae tenia memoria.
-Vamos por un paseo amigo.- el perro se quedo quieto mientras Taehyung enganchaba las correas al arnés, una vez listo el perro salió corriendo.
Cruzaron un par de calles hasta dar con la avenida principal de Busan, el rubio sabia que había un parque cerca por lo que decidió dirigirse hacia él. El parque estaba tranquilo, un par de ancianos haciendo ejercicios, unos niños jugando y otras personas paseando sus perros como él. Soltó a Soonshim para que pudiera correr tranquilo mientras el se sentaba en un banco cercano a pensar en su vida, o en lo que se había convertido su vida en las últimas dos semanas. El rubio no tenia ganas de nada, era como si un torbellino de desesperación se hubiera instalado en su pecho llevándose todos sus sueños y dejando un enorme vacío. Por qué en eso se resumía su vida, vacío, la nada. Tal vez estaba pasando por un episodio de depresión, pensé Taehyung, y eso explicaría porque se sentía tan vacío y molesto consigo mismo. Se estaba autocastigando al parecer.
-Soonshim, no te alejes tanto.- dijo al can cuando este empezó a alejarse mas de lo debido, probablemente había visto una ardilla o un gato- ¡Soonshim quieto!
Taehyung maldijo cuando el perro salió corriendo y el tuvo que ir a toda velocidad tras el, en un abrir y cerrar de ojos el perro ya había cruzado la calle y se había lanzado al regazo de un chico de cabello rosado que estaba riendo en el suelo, Kim trago un gritito por la vergüenza y corrió para tratar de sacarle el perro de encima.
-¡Dios mío! Lo siento, lo siento.- el chico soltó una suave risa y acaricio la cabeza peluda de Soonshim quien parecía que se había encontrado con su alma gemela, pensó Taehyung con celos.- El no suele comportarse así, no sé que le paso.
-Esta bien, me asusto un poco pero parece que es muy amigable.- dijo el chico. Taehyung sonrió cortésmente aun tratando de apartar a Soonshim de el. El chico era muy interesante de ver, tenia el cabello rosado, la piel tan blanca y suave como la porcelana, un piercing en la mitad del labio y unos tatuajes que se asomaban por el borde de sus mangas. Aun que su atuendo completamente a la moda contrastaba con sus tatuajes.- Oye ¿te conozco de alguna parte?
-Pues, no lo creo.- respondió Taehyung frunciendo el ceño pero aun así concentrándose en la cara del desconocido por si alguna vez lo había visto por ahí. Estaba en eso cuando el pelirosado solo un grito y tapo su boca con sus manos.
-¿Tae? ¿Kim Taehyung? ¡Dios mío, si eres tu!.- obviamente el me conoce, pensó Tae, pero él todavía no podía ubicarlo. Eso fue hasta que vio sus ojos que le sonreían y como si fuera una película vio millones de travesuras, paseos, pijamas y cotilleos pasando por su cabeza.
-Oh mierda ¡Park Jimin! ¡Mimi!- el ahora reconocido como Jimin se levanto de un salto del suelo y los abrazos fueron repartidos mientras que los chillidos que soltaban hacia que todo el mundo girara su cabeza a verlos.- ¿Cómo es que estas aquí? Te mudaste como hace mil años.
-Regrese al año pasado, incluso fui a tu casa pero tu madre dijo que no estabas viviendo en Busan. ¡Dios mío! tenemos tanto de que hablar ¡Tu cabello esta rubio!.
-Si.- Taehyung soltó una risa mirando a su amigo.- Y el tuyo es rosado, lo cual es una enorme sorpresa porque el rubio eras tú.
-Y tú eras castaño, dios. Vaya que hemos cambiado en estos años ¿no?.- una melodía pop comenzó a salir del bolso que traía Jimin, el chico soltó un gruñido y revolvió sus cosas hasta dar con el teléfono, murmuro unos cuantos "aja" y corto la llamada.- Era del trabajo, ahora tengo que pasar por café porque soy el único que no ha llegado.
-¿Quieres un poco de ayuda?- la cara de Jimin se ilumino y ambos chicos se adentraron en una cafetería cerca. Ver a Jimin fue como volver al pasado, cuando ambos tenian 16 y solo los separaba la cerca que dividía las casas. Taehyung y Jimin habían sido mejores amigos desde que se conocieron y al rubio le había dolido en el alma cuando la señora Park empaco todas las cosas de la familia y se llevo a Jimin a Seul, intentaron mantenerse en contacto por llamadas y mensajes de texto durante un par de años o algo así pero con la mudanza de Taehyung a otro continente y la diferencia horaria los amigos hablaban cada vez menos hasta que no hablaron mas.
- Chim, ¿dónde trabajas? ¿es cerca?- Taehyung pregunto mientras balanceaba los cafés en sus manos.
-Oh, en un local de tatuajes por su puesto.- respondió sonriendo lévenle.- Es ahí, en Inked.
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INKED (kookv)
FanfictionLo que menos se esperaba Kim Taehyung era ir a visitar a su mejor amigo de la infancia a una tienda de tatuajes. Y se esperaba aun menos conocer un chico lleno de tatuajes y secretos en ella.El jamas había sido del tipo de personas que le atraían es...