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Corría y corría, no paraba de correr, había tomado las riendas de un grupo de soldados, había cogido el liderazgo y estaba peleándome con el que parecía el líder, todos nos habían rodeado. Yo peleaba contra el que parecía el líder del otro equipo, no sabía por qué, pero estaba peleando. Tenia miedo, mucho miedo, lo único que se es que en el fondo no quería estar ahí, solamente quería estar en mi hogar, había ido a este lugar por una persona, mi amor.

De repente sentí un fuerte dolor, no entendía lo que pasaba, tenia mucho miedo, no quería morir, empecé a llorar, veía las caras preocupadas de todos, ¿no es que éramos rivales? Ya no lo entiendo. Yo solo quería estar con él. De repente todo se apagó, ya no me dolía nada.



Valencia, domingo, 7 de enero de 2024

Beep Beep, sonaba la alarma, la veo y marca 6:00, es hora de despertarse.

-Pedro, Pedro, PEDRO, es hora de despertarse, que hoy te vas a tu intercambio. – Dijo mi madre.

Me desperté a mala gana, no me había mentalizado aún el tema de que me iba a Grecia de intercambio iba a estar un semestre sin mi familia ni amigos.

Pero bueno, siempre es bueno hacer nuevos amigos.

Desayuné con mis padres y cogí todo mi equipaje.

Así pues, nos dirigimos al aeropuerto para que pudiese coger un vuelo a Grecia.

¡Que emoción!

En la siguiente vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora