PATAGONIA EL REINO OLVIDADO El vuelo del Cóndor

21 0 0
                                    

UNA VISITA INESPERADA
La tarde se estaba apagando en el bosque de Lengas1, el frio invernal ya se hacía presente, pero todavía era soportable, los animales comenzaban a buscar refugio para pasar la noche, bajo el rojo follaje de los vetustos árboles que rodeaban y daban reparo a una vieja y pintoresca cabaña de troncos, el humo ya comenzaba a subir expulsado por una chimenea de piedra mohosa, el viejo mago caminaba intranquilo en el cálido interior de su hogar, se encontraba terminando sus últimos preparativos para el viejo e implacable invierno que estaba próximo a visitar Patagonia, otra vez como desde siempre. En su despensa ya descansaban las conservas, las hortalizas, las frutas, la harina de trigo, la miel, los quesos madurando, las mermeladas, las hierbas curativas y demás provisiones necesarias, fuera de la cabaña bajo un medio techo de tejuelas de Ciprés2 reposaba su reserva de leña seca, suficiente para pasar la gélida estación.
Mientras acomodaba unos troncos de Ñire3 en el fogón4 el mago se preguntaba si esa noche la misma imagen enigmática se le presentaría en sus sueños otra vez, ese gran cóndor5 de grandes y negros ojos alimentándose de la carroña de unos animales muertos, esas imágenes lo tenían perturbado desde hace días, y no lograba descifrar la razón, aunque tenía sus terribles sospechas. De pronto algo interrumpió la reflexión del viejo mago, temblores en el suelo, -¿El Monte padre5?- se preguntó Gondogan, pero a medida de que esos temblores en las plantas de sus pies aumentaban y eran acompañadas de sonidos que retumbaban en la ya oscura tarde, rápidamente se dio cuenta, ¡eran caballos!, y se dirigían a todo galope hacia su cabaña, el mago tomó la lámpara que colgaba en una viga del techo y salió rápidamente de su casa, después de forzar la vista divisó a tres jinetes que al llegar a la proximidad de su casa disminuyeron la velocidad. - ¿Los tres juntos? ¿Será posible?- Murmuró Gondogan. Al ver en cercanía a los jinetes pudo constatar que estaba en lo correcto.
-Bienvenidos a mi humilde hogar grandes reyes de el Gran bosque-, dijo Gondogan haciendo una reverencia con una mueca medio alegre en su rostro al ver desmontar a los tres jinetes en el patio de su cabaña - Es una noche fría, por favor pasen y tomen asiento, adelante, les serviré algo caliente- exclamo el anfitrión mientras les estrechaba la mano afectuosamente, sentía alegría al verlos, pero por dentro también sabía que esa inesperada visita no podía traer buenas noticias, y eso los demostraba con una mirada nerviosa.
-Gondogan mago de la orden de los Defensores de Patagonia y la luz de Ahoni, viejo amigo, lamento decirte, el invierno ha llegado con malas noticias- Exclamo el rey Cardus acercándose a las llamas frotando sus manos frías por la nevisca.
-mmm las infusiones calientes por las noches me dan mal sueño, eh, ¿no tienes de esa rica cerveza de cebada que solías hacer?- pregunto mientras entraba a la cabaña con ganas de cerveza mal simuladas Cerbes, el rey de los Goolfis una raza de humanos un poco más baja que el promedio, pero mucho más fuerte, con una rudeza que se podía apreciar en su rustica forma de ser.
-Claro que si, respondió el mago con una mirada cómplice a los otros reyes- siempre guardo un porrón de estos- agrego mientras sacaba de su despensa una botella hecha de arcilla en donde Gondogan guardaba la cerveza hechas por el mismo en el verano - Ahora, cuéntenme amigos- dijo Gondogan después de atender a cada rey y mientras se sentaba cerca de su fogón con troncos que ardían feroces y con su pipa encendida lista para echar humo. -Cuéntenme la razón de su visita-
-Rumores llegaron a nosotros, Devaster, el viejo cóndor, está por iniciar una nueva guerra- exclamó el rey Cardus
-Tras las murallas del nido del cóndor, se oye el ruido de aceros siendo forjados y de caballos resoplando, movimientos de tropas Gondogan-
- imposible, luego de la última guerra con el Gran bosque la casa Devaster ya no cuenta con ejércitos, se lo prohibimos en el tratado de Lago verde-
-Parece que a Devaster no le interesa mantener el tratado, ni la paz-
-Según lo que eh escuchado Akaraw es una ciudad en decadencia, pues han vaciado a sus montañas, ya no les queda oro ni plata, y tienen pesadas deudas con el banco de la ciudad de El fuerte-
-La ciudad libre del este se toma muy enserio las deudas Gondogan, eso lo sabes, todo lo sabemos, quizás se encuentra presionado-
- Lo que antaño fuera la ciudad más rica de toda Patagonia hoy se reduce a una aldea con hambre y enfermedades, dudo que esa ciudad sobreviva a este invierno, que según los viejos sabios será uno de los más duros en este último tiempo-
-Quizás por eso quiere invadir el Gran bosque, está desesperado, y un Devaster desesperado puede ser muy peligroso-
-Nuestro informante nos dijo que el hijo mayor de Devaster, Lorean, que según algunos es el mejor con la espada-
-Nunca se ha enfrentado a un Goolfie- dijo interrumpiendo Gilinbord
- Durante estos años ha conformado una milicia de unos 100 hombres, todos los recursos que le quedaban a su casa los utilizó para ese ejercito -
-Hombres bien entrenados, con las mejores armas, armaduras, mejores que las que portan los valerosos Caballeros del Confín y los mejores caballos, dicen, tan buenos como el linaje de los Centauros del desierto.-
-Debemos actuar pronto Gondogan, la última guerra que el ejército del gran bosque ha luchado fue hace 15 inviernos, nuestros hombres no saben lo que es un combate real, nuestros hijos son generales capaces y valientes, pero jóvenes, menos de 20 inviernos, nunca han dirigido un ejército en batalla.
-Ni siquiera la fortaleza del gran bosque se ha terminado-
-Entonces, si no quieren la guerra dejen que intente mediar-
-Sabemos que eran amigos tú y Devaster, pero el ya no es aquel que conociste, ha abandonado la fe de Ahoni y Los Cuatro, y es asiduo visitante de las oscuras tierras tras las montañas de Las espinas del Dracón, en donde se le reza al señor oscuro-
-Pero creemos en que nos puedas ayudar, tú conoces el camino secreto para llegar al Nido del cóndor, guía a nuestros ejércitos y nosotros nos encargaremos de Devaster-
-Por lo que entiendo quieren invadir Akaraw, sin razón-
-Acaso no te hemos dado razones -
-Sólo rumores, que de ser ciertos tampoco justifica una invasión, se solucionarían con un concilio con nuevos acuerdos -
-¿Nuevos acuerdo? es mejor prevenir, terminar el problema de raíz-
-Como miembro de la Orden de los defensores no puedo romper el juramento de no defender la paz y la unión de los pueblos, no puedo faltar a mi promesa de no develar la ubicación del sendero que sube al Nido del cóndor, ni ayudar a invadir a una ciudad sin que esta haga una acción que rompa con la paz-
-Si no atacamos antes él lo hará, El gran bosque puede ser invadido fácilmente-
-El rey de Notoria le teme a un ejército de solo 100 hombres-
-100 hombres liderados por los Devaster, una casa maligna y oscura, esa gente esta tan ciega de odio y ambición que son capaces de cualquier cosa-
-Te basas en rumores Tuvia, de lenguas bífidas que solo quieren instalar discordia entre nuestros pueblos para su propio beneficio-
-Gondogan viejo amigo, durante estos 60 inviernos hemos visto mucha sangre correr en Patagonia, mucho de los nuestros morir, pero si no actuamos ahora luego nos lamentaremos, Devaster hace tiempo ha abrazado la oscuridad, su bastardo, Galo al que apodan El maltratador, es prueba de ello, un vástago de la oscuridad, Devaster ha ido demasiado lejos ya, no podemos permitir que siga aumentando su odio y su oscuridad-

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 25, 2024 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Patagonia El reino olvidadoWhere stories live. Discover now