Primer vistazo

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Taeyeon

Suelo tener una vida organizada, debo hacerlo por mi trabajo, ya que la mayor parte de mi tiempo lo dedico a este, pero no dejo mi vida sexual aparte, claro que no, es algo que disfruto demasiado.

Llevó una agenda y claro, los sábados son sagrados para salir a un local de ambiente, ahí puedo encontrar a alguna chica de mi interés, llevarla a la cama y volver a ir por otra la semana siguiente.

Usualmente no me quedo a dormir, no doy abrazos, muy pocas veces he tenido una pareja sexual duradera, creo que han sido una o dos veces, pero luego ellas lo han malinterpretado y he tenido que terminarlo.

No creo en las relaciones duraderas, mis padres se divorciaron cuando era una niña, luego cuando comencé a vivir por mi cuenta solía ver a las parejas separarse por motivos tan válidos como tontos, al final ahora en mis treinta prefiero no pasar por ese sentimiento, no creo en el amor, ya que nunca lo he sentido y tampoco creo en los compromisos de ningún tipo.

Por eso me he vuelto nocturna, mis noches son diversión mientras que mis días son de trabajo, las dos cosas que me gustan, por eso pienso que mi vida está realizada, tengo un departamento, gano bien, tengo una vida sexual activa y mi trabajo es lo que quería, no tengo de que quejarme.

Ingresé por la puerta del local de ambiente, me senté en una de las mesas habituales viendo al grupo que venía entrando y se reunían en una de las mesas del fondo.

*ey, que bueno que viniste

Habían dos tipos de salidas nocturnas que solía hacer, las que realizaba para pasarla bien con amistades sin buscar nada más y la otra era para encontrar a una linda chica con la que ir a la cama, usualmente venía sola cuando eso pasaba y hoy era uno de esos días.

Lia la chica que usualmente me atiende llegó con mi trago, ni siquiera lo había pedido, pero saben muy bien que es lo bebo siempre, ya que la dueña del lugar es una amiga y yo soy una cliente habitual.

-gracias hermosa- la miré con una sonrisa y ella se inclinó más de lo que debería dejando ver su lindo escote.

-que lo aproveche- sonreí, ella era tan coqueta, bueno para trabajar en este lugar debía serlo y le iba bastante bien.

Mi amiga dirige hace 10 años este espacio, es un buen lugar para encontrar a alguna chica soltera, las luces siempre se mantienen bajas, lo suficiente como para ver a las personas de las otras mesas, las bebidas son grandiosas y también se puede comer uno que otro plato, de día parece más un restaurante, pero de noche es todo un club para ligar, siempre que quiero tener una sesión de sexo vengo aquí.

Aparte hay una pista de baile en un segundo ambiente lo bastante oscuro como para hacer más que besarnos.

Usualmente yo solo me siento aquí y ya, bebo un par de copas, rara vez tengo que ir por alguien, usualmente vienen por mi enseguida, todo el que viene a este lugar a solas o en grupo sabe porque lo hace, lo que buscan.

Tomé mi copa de cóctel y comencé a beber mientras observaba por alrededor, luego de un momento me centré en mi móvil, me había llegado un mensaje.

-b..buenas noches, disculpe- alcé la mirada dejando mi móvil a un lado.

Cuando vi a la mujer en frente de mi quedé hipnotizada, lo admito, es bellísima, tiene los ojos marrones, pero no es el típico, son oscuros, tiene lindas facciones y su cabello color negro le va de maravilla, para muchos podría ser una persona bastante común, pero para mi no lo parecía para nada.

-buenas noches- le sonreí ladeando un poco la cabeza, me gustaba coquetear a quien me atraía, no iba a contenerme.

Ella se ruborizo, parecía ser una mujer dulce e inocente, me gustaba.

En la intimidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora