CUANDO SUS OJOS SE ABRIERON - JENLISA G!P

Capitulo 33

Todo el cuerpo de Irene se puso rígido al sentir que su cuerpo se enfriaba al instante.

Jackson se giró para mirarla, y luego se burló con timidez: «No sabía que fueras tan dura en la cama, Doctora Bae. Casi me deja seco...» Irene finalmente miró bien la cara de Jackson.

Este no era su primer encuentro.

Cuando se había quemado la mano, Jackson fue quien había llevado a Rosalie a visitarla.

Irene había bebido demasiado la noche anterior y la habitación estaba iluminada sólo con unas velas, por lo que no se dió cuenta de que aquella persona no era Lisa.

¿Cómo pudo ocurrir algo así?

¡Lalisa era quien la había invitado aquí anoche!

¿Qué estaba haciendo Jackson aquí?

«¿Cómo es que estás aquí? ¿Por qué tú?» Irene cogió su almohada y golpeó repetidamente la cara de Jackson con ella.

Jackson se cubrió la cabeza y gritó: «¡Doctora Bae! ¡No me pegue! Yo tampoco sé qué está pasando. Anoche recibí un mensaje de Jennie diciéndome que viniera a la habitación V809, ¡Así que vine!
Quién iba a decir que me abrazarías nada más entrar... intenté aflojar tu agarre unas cuantas veces, pero te negaste a soltarme... no sólo no me soltabas, sino que además te lanzabas sobre mí... ¡¿Quién sería capaz de resistirse a eso?!»

Irene tiró la almohada al suelo y luego rompió a llorar.

«¡No llore, Doctora Bae! Sé que todo esto es sospechoso, ¡Pero es cierto! ¡Puedo mostrarle el texto! No estaba tratando de engañarlo a propósito. Vamos a fingir que lo que pasó anoche fue un sueño. Te juro que no se lo diré a mi tía. No me dejaría vivir si se enterara de esto. No voy a cavar mi propia tumba».

Jackson se arrodilló frente a Irene y le juró.

Con los ojos enrojecidos, Irene le tendió la mano y le dijo: «¡Muéstrame tu chat!».

Quería saber exactamente qué había pasado.

Jackson encontró rápidamente su celular y abrió sus mensajes, pero a pesar de sus ojos muy abiertos, no pudo encontrar el mensaje que había recibido anoche.

«¿Eh? ¿Dónde está? ¡El mensaje de anoche desapareció! ¡Recuerdo que no lo borré!»

¡Irene cogió otra almohada y golpeó a Jackson con ella una vez más!

¡Jackson estaba devastado!

«¡Déjeme explicarle, Doctora Bae!
¡Apuesto a que fue un hacker! ¡Mi teléfono fue hackeado no hace mucho tiempo!»

«¿Estás diciendo que el mensaje de Jennie Kim fue obra del hacker? Entonces, ¿El hacker fue el que me envió ese mensaje de tu tía también?» Irene se burló.

No creía que el mensaje que había recibido de Lisa fuera realmente obra de un hacker.

Sin embargo, ¿Por qué no apareció Lisa anoche?

Irene respiró hondo, buscó su celular y abrió los mensajes. Al instante se puso furiosa.

«¿Ha desaparecido el mensaje que te envió mi tía? Parece que a ti también te han hackeado». dijo Jackson mientras los engranajes de su cabeza giraban a toda velocidad. «¡Anoche fue una trampa para atraparnos a los dos!»

«¡¿Quién lo hizo?! ¿Quién pudo ser?» Irene estaba a punto de perder la cabeza.

Si Lisa se enteraba de lo que había pasado entre ella y Jackson, ¡Seguramente no la querría!