3

29 2 0
                                    

Sentía dolor en todo su cuerpo y al mismo tiempo se sentía adormecido. Tenía frío, un frío intenso por todos lados, ráfagas heladas le llegaban constantemente hasta hacer que su cuerpo ni siquiera fuera capaz de sentirse a si mismo para percibir cualquiera de sus miembros, lo suficientemente entumecido como para no saber en donde estaba. Sus ojos se abrieron lentamente y lo que pudo notar fue un piso cubierto de algo de blanco... ¿blanco? no, nieve, una capa de nieve sobre el suelo en el que se encontraba.

Trato de moverse y su cuerpo le reclamó con dolor en cada uno de sus músculos, más en ciertas zonas donde recordaba haber sido herido pero donde no parecía haber graves heridas pues aún seguía vivo. Se miró a si mismo y noto que debería llevar un buen tiempo allí pues parte de su cabello y ropa se encontraban cubiertos por una delgada capa de nieve. Trato de moverse pese al malestar en su cuerpo para quitarse el hielo de encima y ver que a sus espaldas se encontraba la entrada o en su caso, la salida de una cueva que le protegió un poco del frío crudo del exterior por quien sabe cuanto tiempo.

Dejo salir un quejido cuando estuvo de pie apoyándose en la pared de la cueva apenas recordando de golpe todo lo que había pasado.

Loki...

¿Dónde estaba? ¿Dónde estaba Loki? ¿Dónde estaba su hermano?

Rápidamente miro a sus alrededores tratando de dar con la figura de Loki que podría estar enterrada en una capa de hielo pero solamente logró captar una luz que podía reconocer fácilmente por sus tonos azules propios de una gema del infinito, la gema del espacio que Loki había tenido en sus manos cuando lo sujetó para arrastrarlos a ambos al interior de aquel portal que terminó por dejarlo inconsciente.

Aún con sus articulaciones sufriendo por el intenso frío y su cansancio, Thor se las arregló para caminar con pasos lentos pero firmes al cubo que yacía a tres metros de donde su cuerpo despertó. Cada paso fue un suplicio y se encontró exhausto cuando se arrodillo para extender la mano al Tesseracto cuya luz no iluminó en la parte más profunda de la cueva el cuerpo de loki, lo que le decepcionó profundamente.

El Tesseracto permaneció frío en la palma de su mano en aquella cueva solitaria sin rastros de que hubiera alguien más. Guardó el cubo sabiendo que no podía dejar algo tan poderoso tirado por ahí. Entonces analizó el lugar en el que estaba.

No había prestado atención antes pero ese entorno helado le resultaba cuando menos familiar, aquel frío capaz de afectarle sólo era propio de un solo mundo. Una ironía bastante cruel pues este fue el mundo más afectado por su riña con Loki hace años.

Jotunheim.

Pudo confirmarlo apenas se asomó un poco al exterior, vientos fuertes levantaban la nieve cambiándola de lugar, el cielo cubierto de nubes que presagiaban lluvia y que por el frío en aquel planeta ahora mismo caía en forma de copos de nieve, todo eso le daba la impresión de que era de noche aunque prácticamente el día era casi inexistente en Jotunheim. La luz del sol siempre era ocultada por las constantes tormentas de nieve.

El frío en su piel seguía estando presente, la falta de ropa que le cubriera ciertas partes del cuerpo era ahora mismo desventajoso, sus brazos sufrían por eso al no tener ninguna prenda que le cubriera. Tuvo en consideración buscar algo para cubrirse pues su cuerpo no estaba acostumbrado a tan bajas temperaturas aunque era capaz de aguantar por un tiempo en ambientes extremos no duraría para siempre, él venía de tierras y mundos cálidos a final de cuentas.

Thor pensó en Loki y en la posibilidad de que pudiera encontrarlo en algún lugar del planeta. Si es que él estaba en Jotunheim seguramente cruzarían sus caminos como siempre sucedía y probablemente se tomaría el tiempo para enojarse y alegrarse por tenerlo devuelta, probablemente se determinaría con las circunstancias.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 06, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Es mi lugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora