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Ciertamente le tenías un gran cariño al chocolatero, sin lugar a dudas había mejorado tu triste vida con su repentina aparición en la lavandería subterránea.

Sin embargo, era una molesta cuando decidía estar lo suficientemente entusiasta para llamar a tu puerta con algo nuevo que contar, mostrar o hacer, aunque si eres sincera, llegaste a amar cada momento en el que pensaba en ti como primera opción para hablar, incluso para escucharte a ti hablar de cualquier cosa, una cosa tan mínima y aún así tan especial.

– Entonces... ¿Es un chocolate que te... Emm, obliga, a enamorarte de la primera persona que veas? No es eso... ¿Un poco egoísta? – Y hay estabas, sentada sobre tu vieja cama, con una desgastada pijama y frente a un castaño de hermosos risos además de su sonrisa más radiante que el sol mismo.

No eras la persona más correcta pero había mucho sobre lo que pensar y dudar sobre la buen intencionada idea del chocolatero y su dichoso chocolate.

– ¡No! Creo que lo mal interpretas, no quiero forzar a nadie a enamorarse a la fuerza... Cuando lo dices así no parece muy agradable... – Puedes ver cómo se remueve nervioso en la silla vieja que coloco frente a ti, llegas a sentirte un poco mal por juzgar sus ideales, más cuando se refiere a un hombre como Willy Wonka, un ingenuo, suspiras internamente, no quieres lidiar con esa mierda moral, mucho menos con un willy decepcionado.

– Mmm, de todos modos no es una mala idea... Tal vez varias personas podrían encontrar la felicidad de esta manera.. – Te esfuerzas por ofrecer tu sonrisa más cálida al encantador chico frente a ti y parece apreciar tu positivismo, un niño bonito en toda su expresión, te sientes enrojecer ante tu propio pensamiento, demasiado que pensar.

– Aún es un prototipo, aún no lo he probado y por eso mismo necesito tu ayuda, mi confiable amiga! – Carisma se desborda en su voz y hay estaba nuevamente su sonrisa confiada junto a esos ojos igual de confiados.

– No lo comeré..

Ni siquiera tenías que comerlo, Willy ya te tenía, estabas perdidamente enamorada de el, tal vez esa cosa incluso podría meterte más profundo en tu propio enamoramiento, no gracias.

– No tienes que hacerlo, lo probaré yo mismo, y veremos qué podría pasar, ¡Es sencillo!

La idea de un willy enamorado de ti es algo que no pensabas que saldría de tus sueños, pero aquí estaba la maldita oportunidad, solo un si y podrías tener a este bonito chico solo para ti, sentiste un cosquilleo correr por tu cuerpo en anticipación y no quieres pensar en las consecuencias egoístas.

Si tan solo fueras un poco más ambiciosa, tendrías a este chico a tus pies.

– ¿Estás seguro? Entonces terminaras irremediablemente enamorado de mi ¿no?

– Oh, tranquila, es de efecto temporal, aunque si tuviera que enamorarme de alguien, tu serías absolutamente mi mejor opción, no tengo dudas. – Sus palabras combinadas con esas chispas de compresión y calidez en su mirada hacen estragos en tu corazón, tu cara se siente caliente, tu estómago revolotea furiosamente, ¿¡No sabe lo que te hace al decir algo así!?

Por un momento sientes que podrías morir en paz con solo esas palabras, parece siempre saber que decir para hacerte enloquecer, es injusto a tu parecer, te tiene a su disposición y aún así se toma la molestia de decir cosas tan dulces...

Tanto es tu silencio que sin pensarlo lo toma como una aceptación, sabía que lo ayudarías, y ya con tu aceptación muerde el chocolate, tu mirada va rápidamente a el al escuchar el pequeño crujir del chocolate, no esperabas su repentina acción y dios, no estabas lista para lidiar con tus ensoñaciones volverse realidad.

𝐑𝐞𝐬𝐮𝐥𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐫𝐞𝐯𝐢𝐬𝐭𝐨 || 𝙒𝙞𝙡𝙡𝙮 𝙒𝙤𝙣𝙠𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora