Cambio || Malereader

01| ¿Donde...?

Despertó con dolor de cabeza y cansancio muscular, le dolía todo y para agregar sentía que no había descansado en lo absoluto.

Abrió los ojos con pesadez y se levantó como de costumbre dos minutos después de apreciar su existencia mirando la nada.

Suspiró y se estiró, algo se sentía extraño, diferente, se miró así mismo pero le restó importancia, supuso que la sesión de ejercicio que tuvo el día anterior en el parque era lo que lo dejó así; la cual siendo honesto no se acuerda cuando terminó pero hacía sentido olvidar el camino a casa si estaba cansado...

No habría pensado eso si se hubiese visto bien a un espejo, pasó de casualidad, la habitación donde estaba era muy similar a la suya pero al salir se encontró con un baño que nunca recordó ver ahí y la no tan grata sorpresa de que su reflejo ya no era el mismo, se aterrorizó, no sabía que hacer o decir, se tuvo que golpear fuerte para darse cuenta de que el desconocido del espejo era el mismo.

¿Qué estaba pasando realmente? ¿Por qué se veía así? ¿Estaba alucinando con mucho realismo? Tenía muchas dudas, no entendía nada, eso lo aterrorizaba más, un escalofrío recorrió la espina de su espalda; claro, era verdad, no le serviría de nada quedarse detenido en un lugar que no conoce, quizás era peligroso, se apresuró a tomar algo de ropa para no pasearse desnudo, miró a sus alrededores fijándose en algo que le sirviera en caso de que necesitara defenderse; Lo mas útil en la habitación parecía ser un corta cartón, no pensaba en utilizarlo de manera seria, pero si debía, entonces lo haría.

Caminó fuera nuevamente, miró el lugar, lo inspeccionó con detalle, no parecían haber cámaras ni algún indicador que de a entender que hubo alguien más que el mismo.

No sabía si sentirse aliviado o no.

Touma tuvo algo de inseguridad, no sabía si de verdad debería quedarse ahí.

Suspiró con pesadez, si le contase a la policía nadie le creería.

Le tomó un par de horas entender que en realidad este no era lo que el conocía como su mundo, era muy extraño todo, su teléfono no funcionaba si es que no era la aplicación de banco que tenía mas dinero de lo que toda su familia había tenido en toda su vida, la televisión mostraba gente con poderes y habilidades extraordinarias, el lugar en donde estaba no era muy lejano a lo que es su casa, la única diferencia era que la habitación de sus padres no era mas que un cuarto vacío.

¿Qué sería de sus padres ahora?

¿El también tendría algún poder como la gente de la televisión? ¿O solo ciertas personas podían?

Las dudas se resolvían con lentitud en el tiempo, había pasado una semana desde que no salía de esa casa, el también poseía una habilidad que ni siquiera sabía como usar, todos los cambios lo hicieron llorar sin detenerse hasta ahora, tenía los ojos rojos e irritados, la nariz roja y su voz gangosa, estaba solo, realmente lo estaba, por mas que durmiese esto no parecía volver a lo que era antes.

No estaban sus padres ni sus amigos, no estaba en una escuela ni con algún profesor, su gato había desaparecido junto a todos y para rematar tampoco tenía ninguna foto o prueba.

Tuvo que salir después de la semana encerrado, lo primero que haría sería ir a la policía, quizás en verdad harían algo.

Estaba dudoso de si en verdad entrar al edificio, todo era tan extraño pero tan cercano, era muy curioso ver a gente mutante, u otros que en verdad ni parecían humanos... todo era tan lejano.

Entró a la estación policial, lo primero que pasó fue lo obvio, dio a entender su situación y con incredulidad nadie parecía creerle, no hasta que buscaron su nombre en los archivos sin ningún resultado, tampoco había nada guardado en ninguna carpeta, incluso las pruebas de sangre que le hicieron no conectaban con ninguna otra, indocumentado en un lugar que no conocía y además siendo menor de edad, los policías parecieron entender lo aterrado que se encontraba, ellos tampoco entendían nada.